Por eldiario.es.- Los ministros de Interior de España y Marruecos celebran una reunión opaca tras el parón marroquí del control migratorio y las imágenes de violencia en la frontera. Tras el encuentro, donde también se trataron el problema del yihadismo y el narcotráfico, ambas partes afirman que se han solucionado las «disfunciones».
Pocos detalles se han podido saber sobre la reunión sorpresa mantenida entre el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, y su homólogo marroquí, Mohamed Hassad. El Gobierno no anunció el encuentro, cuya celebración no estaba programada en la agenda pública del representante español. La noticia la adelantó el diario El País y, solo después, los ejecutivos enviaron un comunicado conjunto. La nota, que pretende dar cuenta de los asuntos tratados, no concreta el objetivo que motivó el repentino viaje de Fernández Díaz y está cargada de generalidades. Contextualizamos las palabras que, según la versión oficial, España transmitió a Marruecos.
Según el comunicado, Fernández Díaz empleó la reunión para agradecer «los esfuerzos desplegados» por las autoridades alauíes en materia migratoria después del parón de la vigilancia en su costa durante dos días y tras la difusión de imágenes que muestran la violencia ejercida contra inmigrantes subsaharianos en la valla de Melilla y en el monte Gurugú. Durante el encuentro, los representantes de ambos países han decidido reunirse cada seis meses para «implementar las medidas necesarias».
Fernández Díaz ha destacado «la rapidez y la capacidad de respuesta mostrada por las autoridades» de Marruecos, tras los intentos de entrada irreguar que tuvieron lugar el 11 y 12 de agosto de 2014, según explica la nota oficial. Durante estos días más de 1.200 personas llegaron a la costa de Tarifa en balsas de juguete después de que corriese el rumor de que las autoridades marroquíes no estaban controlando sus costas. El propio ministro de Marruecos reconoció «disfunciones» en la vigilancia fronteriza, pero el titular español aún no ha esbozado crítica alguna al respecto.
Este lunes el periódico El Mundo dio otra clave que podría dar luz a la situación que llevó a Marruecos a desatender la vigilancia en sus costas durante dos días. Según indica, el rey marroquí Mohamed VI vio interrumpida su travesía por aguas ceutíes cuando agentes de la Guardia Civil efectuaron un control rutinario a las «dos lanchas de recreo y tres motos de agua» en las que, «el 7 de agosto a las cinco de la tarde», navegaba el monarca. El diario informa de que Mohamed VI se mostró molesto. «¿No sabes quién soy yo?», preguntó, para después efectuar una llamada a Felipe VI. Este, a su vez, dio el aviso al Ministerio de Interior. Las disculpas del Gobierno español llegaron rápido. Cinco días después, se produjo el auge de las llegadas en balsas de juguete a Tarifa.
¿Compromiso con los derechos humanos?Según explica el Gobierno, los titulares de Interior han «reiterado su compromiso» para que el control de la inmigración irregular «se haga en un marco de respeto absoluto a los derechos humanos y de la dignidad de las persona». Sin embargo, a su vez, valora «la eficacia de los mecanismos de coordinación y de comunicación entre los ministros marroquíes y españoles, que han permitido detener rápidamente este flujo». Las imágenes difundidas por ONG como Prodein y Human Rights Watch demuestran la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad alauíes y españolas durante, al menos, el intento de salto de la valla de Melilla del 13 de agosto.
[Fuentes: Human Rights Watch y Prodein]
ONG han denunciado la violencia con la que Marruecos desmanteló los campamentos de inmigrantes en el monte Gurugú, donde se refugian los subsaharianos a la espera de saltar la valla de Melilla y acceder a Europa. A partir del 13 de agosto, las redadas de las fuerzas auxiliares marroquíes en esta zona se multiplicaron con el objetivo de vaciar el bosque, quemando todas las pertenencias de estas personas. Este es el «el marco» de la colaboración hispano-marroquí que, según el Gobierno español, está caracterizado por un «respeto absoluto a los derechos humanos y de la dignidad de las personas».
A pesar de las agresiones documentadas, los responsables de Interior han recordado también «la importancia de la iniciativa del rey alauí Mohammed VI, «con el fin de establecer la nueva política migratoria marroquí en una visión humanista». Se refieren al periodo de regularización de inmigrantes, iniciado por Marruecos el año pasado.
Organizaciones sociales aseguran que la iniciativa no está teniendo los resultados esperados. De acuerdo con datos ofrecidos por la Organización Democrática de los Trabajadores Inmigrantes (ODT) entre el 1 de enero y mediados de junio, 15.600 personas se acogieron al proceso. Solo 1.200 lo han logrado. La gran dificultad para cumplir los requisitos exigidos impide a los inmigrantes regularizarse.
Otros asuntos tratadosLa lucha contra las redes de reclutamiento de combatientes para integrarse en grupos terroristas continúa siendo una prioridad para ambos gobiernos como demuestra la cooperación en materia antiterrorista, que ha permitido desmantelar diversas redes yihadistas en los seis últimos meses, añade la nota.
Los buenos resultados obtenidos en la Operación Paso del Estrecho 2014 y la unidad en la lucha contra el narcotráfico han sido otros de los principales asuntos tratados en la reunión entre los ministros de interior de España y Marruecos.