Por Fernando Montalbán.- Este momento es el idóneo para dar a conocer cualquier tipo de corrupción de la que uno tenga noticia. Digo corrupción como también incumplimientos de palabra o cualquier cosa a la que los partidos nos tienen acostumbrados, la gente que sigue a PODEMOS ha movido ficha y ha hecho tambalearse el tablero.
Es el momento sin duda, porque es justamente lo que muchas personas ya no aguantan y lo que más temen éstos que gobiernan o algunos de los que lo pretenden. Parece que ese principio del Humanismo que dice: » No te opongas a una gran fuerza. Retrocede hasta que aquélla se debilite, entonces, avanza con resolución» es el que ahora se puede aplicar con todas. Cuando el mundo entero asumía que la corrupción era algo establecido, ahí estábamos ante una gran fuerza, era de alguna manera una forma mental indiscutible: «hay corrupción y nada se puede hacer».
Afortunadamente el empuje social, la falta de futuro y el sinsentido de muchas de las cosas a las que nos llevan los poderes, nos lanza exactamente ahora a poder avanzar con resolución, dando una patada al tablero de juego y poniéndolo todo patas arriba, en el sentido de denunciar a todo aquel que poniendo por delante sus intereses personales es capaz de provocar sufrimiento a poblaciones o países enteros, véanse los casos de los recortes en sanidad o educación, el robo de las casas a sus propietarios -dejando a familias enteras en la calle- o despidos masivos sujetos a condicionantes económicos sin, ni siquiera, asomarse a ver las caras de todas esas personas a las que dejan sin futuro y en la inestabilidad.
Pero es el momento de avanzar con resolución. Es el momento de ir a los plenos de ayuntamientos y preguntarles a toda esta gente: ¿cuáles son sus intereses?, ¿ustedes hacen cosas verdaderamente por la gente o qué?; es el momento de plantarse ante directivos de las empresas y preguntarles si su interés es el especulativo o el productivo, es el momento de no censurarse en nada y ser valiente. ¡Es el momento de avanzar con resolución!.