Franja de Gaza, 25 Ago. 2014 (Télam).- Desde el inicio de la operación israelí “Filo Protector”, unas 219 escuelas resultaron dañadas, 22 de las cuales no podrán ser utilizadas de nuevo y entre las que no fueron destruidas, un total de 103 se convirtieron en refugios para unas 330.000 personas desplazadas de sus hogares, de las que la mitad son niños.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró ayer que la ofensiva militar sobre la Franja de Gaza continuará aunque comience el nuevo curso escolar tanto enIsrael como en territorio palestino.
“La Operación Filo Protector proseguirá hasta que se cumplan todos sus objetivos, y esto puede tomar tiempo”, afirmó Netanyahu durante la reunión semanal del Consejo de Ministros celebrada este domingo, según recoge el diario israelí ‘Yedioth Aharonoth’ en su edición digital.
“La educación es el pilar de toda sociedad. Invertir en educación es invertir en paz y estabilidad, afirman David y Paulette Hassell, codirectores de Save the Children.
“Este es el momento en el que los niños deberían estar en la escuela para estudiar, no probando un conflicto armado y sobreviviendo a él”, enfatizaron.
En ese sentido, aseveraron que “este fue un verano peligroso para los niños palestinos en Gaza, que ni siquiera podían salir a jugar” y añadieron que “la escuela es esencial en la vida de estos niños traumatizados, ya que juega un papel clave en su curación”.
“La comunidad humanitaria necesita tener la capacidad de traer rápidamente los materiales y el equipamiento necesarios para la reparación, reconstrucción y construcción de escuelas en Gaza a gran escala”, resaltó la representante especial de UNICEF en Palestina, June Kunugi.
Además en su comunicado, las agencias dejaron en claro que “el sector de la educación ya estaba en situación de crisis” antes del actual conflicto, al tiempo que señalaron que había “un déficit de casi 200 escuelas y cerca del 80 por ciento de las aulas doblaban turnos para ocuparse del gran número de alumnos”.
“El bloqueo de Gaza impidió abordar la necesidad desesperada de construcción de nuevas escuelas, y perjudicará los esfuerzos de reconstrucción si no se adoptan medidas urgentes”, agregó.
Así, se prevé que el inicio del curso escolar no tendrá lugar hasta que no hayan pasado dos o tres semanas de un alto el fuego definitivo. Además, las escuelas que están siendo usadas como refugio necesitarán ser sometidas a tareas de rehabilitación.
“Regresar a la escuela supone devolver la normalidad a los niños. Para ello, es necesario un alto el fuego duradero, y debemos abordar las necesidades más acuciantes para una rápida recuperación del sistema de enseñanza”, remarcó Lodovico Folin Calabi, jefe interino de la oficina de Organización para la Cultura, la Ciencia y la Educación de Naciones Unidas (UNESCO) en Ramala.