«Los buitres siempre atacan. Siempre quieren que Prometeo, el dios del fuego, el amigo de los hombres, siga encadenado. Pero tan eterno y fuerte como este deseo (el de los buitres, el de las aves que se alimentan de muerte, de carne muerta) es el de los hombres por librar a Prometeo de sus cadenas.» filosofaba José Pablo Feinmann el domingo. Es todo tan simbólico.
“Crecimiento incluyente y soluciones sostenibles” es el nombre que enmarca la Cumbre de los BRICS que se realizará después del Mundial en Brasil y a la que invitaron formalmente a la Argentina.
“Un fondo de estabilización monetario denominado Acuerdo de Reservas de Contingencia (CRA, del inglés Contingent Reserve Arrangement) y un banco de desarrollo, llamado Banco BRICS, ejercerán funciones de mecanismo multilateral de apoyo a las balanzas de pagos y fondo de financiamiento a la inversión. De facto, el BRICS tomará distancia del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial, instituciones edificadas hace siete décadas bajo la órbita del Departamento del Tesoro estadounidense. En medio de la crisis, ambas iniciativas abren espacios de cooperación financiera frente a la volatilidad del dólar, y alternativas de financiamiento para países en situación crítica sin someterse a condicionalidades mediante programas de ajuste estructural y reconversión económica” nos explica el economista mejicano Ariel Noyola Rodríguez.
“Más allá de la consolidación de un mundo multipolar, el CRA y el Banco BRICS representan las semillas de una arquitectura financiera que emerge en una etapa de la crisis llena de contradicciones, lo mismo caracterizada por la cooperación que por la rivalidad financiera” sintetiza el economista al referirse a las disputas que generarían la competencia entre diferentes entidades financieras y donde China, además, busca convertir al yuan en la moneda de transacción internacional, desplazando al dólar.
CFK ya confirmó su asistencia a la Cumbre y creo que no quedan dudas de lo trascendente que es en este momento la relación con el hermano mayor, Brasil y con los tíos Rusia y China. La familia numerosa India y el primo Sudáfrica forman parte del combo y me parece que se vuelven puntales para que la Argentina salga de los escollos en los que lo tienen metido décadas de depredación económica y la flacidez política de los gobiernos que siguieron a la sangrienta dictadura que nacionalizó las deudas millonarios de los grandes oligarcas industriales, financieros y agrícolas de la Argentina.
Pero las deudas externas no fueron sólo un problema local, como tampoco lo fueron las aspiraciones carroñeras y usurarias de los especuladores globales. Son los mismos que postraron a Liberia y la confinaron al ostracismo planetario, a multiplicar las hambrunas y sostener al país africano bien lejos de las vías que desembocan en el desarrollo. La Presidenta del país, Ellen Johnson-Sirleaf protagonizó una campaña internacional para sensibilizar a la población mundial contra la presión que se ejercía contra su país por 28 millones de dólares. La deuda que encadenaba a un país de 4 millones de habitantes es el valor del fichaje de alguno de los cracks futboleros que andan pegando patadas en Brasil este verano.
Si la presión ejercida por esos miserables 28 millones mantienen a Liberia en el pozo más profundo, ¿qué le ocurriría a la Argentina que combate por un botín de 15 mil millones?
Lo cierto es que todo el mundo ya tiene claro que la usura (uno de los pecados más perseguido por las grandes religiones) tiene nombre de animal carroñero. La mitología nos dice que las águilas eran quienes le comían el hígado a Prometeo. ¿En qué país pensamos cuando imaginamos un águila? Luego las águilas se convirtieron en buitres en la mitología romana, porque al convertirse en imperio, empezaron a ser ellos (como civilización) representados por el águila imperial.
Quizás sea hora de asumir que los que se jactan de su capacidad de provocar daño y estrago no pueden ser los mismos que financien los avances científicos para el progreso de la especie y sean los guardianes del medio ambiente y las reservas naturales. La construcción de un mundo multipolar y con valores múltiples es imprescindible. La vocación alcanzada por la última Cumbre del G77 + China, la constitución de la CELAC y esta ampliación del BRICS y su aspiración de contrarrestar los designios de las águilas imperiales norteamericana y alemana creo que muestran un camino de escapatoria a la encrucijada planteada por el corporativismo monopolista, que no termina de conquistar toda la subjetividad humana y que no ha podido establecerse de manera definitiva como sistema económico global. La Argentina participa de ese anhelo humano por soltarse las cadenas, todos y cada uno formamos parte de esta contienda, es urgente entenderlo, atender y construir alternativas.
Ya lo dice Noam Chomsky, si dejamos que las políticas globales las siga dictando Estados Unidos, este podría ser el último siglo de la especie humana.
No es fortuito que los países que impulsan políticas activas para desembarazarse de las cadenas que los atan a los grandes círculos especulativos mundiales, sean denostados por los medios masivos de comunicación que son propiedad o responden a estos mismos intereses. La lucha prometeica de estos gobiernos, que en este momento encarna la pelea de la Argentina contra los fondos buitre, que cuentan con un aliado incondicional en la justicia norteamericana, se enfrenta a estos Goliaths con las hondas de David, pero también con la solidaridad y apoyo de gran parte de la comunidad internacional, ya que la presión ejercida por estos fondos pone en jaque a todo el sistema financiero y económico internacional.
El gran desafío es que la caída de este andamiaje defectuoso no se produzca con un colpaso que provoque guerras, hambrunas y desesperación, sino que se vayan atacando los principales despropósitos y se pueda enmendar este condicionamiento que efectúa el Zeus Dinero, fomentando a quienes le comen el hígado, de forma continuada, a las personas.