La protesta contra el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP) comenzó en los Servicios de Innovaciones Empresariales (BIS) a la calle Victoria, donde alrededor de 1000 se reunieron en la acera.

Los organizadores guiaron luego a la multitud a marchar a través de la zona de Westminster, que era un enjambre de personas quienes coreaban el mensaje de que TTIP es una amenaza para la democracia y para todos los derechos de protección civil que se ganado duramente en los últimos 100 años más o menos. El TTIP amenaza con ser la mayor transferencia de poder al capital transnacional en una generación.

El destino de la marcha fue el Parlamento Europeo en Smith St, donde la protesta se sentía más como una civilizada fiesta en la calle con altavoces, talleres, artistas, actividades para participar (un partido de fútbol jugado desequilibradamente entre abogados corporativos que rompieron todas las reglas y los servicios públicos y el público, con quien el árbitro siempre tuvo algún problema). Hubo algunas grandes pancartas hechas específicamente para la ocasión. War on Want y el Movimiento de Desarrollo Mundial habían financiado este día y han trabajado en conjunto con los Occupy londinenses y UKUncut para organizar una jornada maravillosa. El único defecto es que los medios de comunicación no se presentaron, con excepción de Rusia Hoy (que yo sepa).

Ver el Live streaming vídeo en el artículo original en la página web de Occupy London.

Mark Thomas: «… mantenemos civilizadas a las corporaciones»

Parafraseado: – «si no fuera por nosotros todavía tendríamos deshollinadores (trabajo infantil) y la semana laboral de 7 días»

Los siguientes extractos de los discursos sobre el día se encuentran en la publicación en línea del diario The Economic Voice:

Nick Dearden, director del Movimiento para el Desarrollo Mundial, dijo hoy:

«Este acuerdo le entregaría a las empresas multinacionales poderes sin precedentes sobre la vida en este país, como la posibilidad de demandar a un gobierno futuro para miles de millones de libras si no les gustaran sus decisiones. David Cameron habla con gran interés y emoción acerca de la soberanía nacional, pero al impulsar este acuerdo, él está entregando voluntariamente la soberanía a las grandes empresas. El acuerdo no es realmente sobre el comercio, se trata de afianzar la posición del uno por ciento. Esto debería ser abandonado».

Natalie Bennett, del Partido Verde, dijo:

«El acuerdo propuesto amenaza con eliminar nuestro poder de tomar decisiones democráticas. El TTIP es una gran amenaza para la dura lucha sostenida a favor de los estándares de la calidad y la seguridad de nuestros alimentos, las fuentes de nuestra energía, los derechos de los trabajadores y de nuestra privacidad.

«La armonización de las normas alimentarias es especialmente preocupante. Bajo el acuerdo, los productos alimenticios incluyen aves de corral químicamente lavadas, ganado tratado con hormonas de crecimiento, y cultivos modificados genéticamente – todos ello permitido en los EE.UU. –, que podrían ser vendidos en el Reino Unido».

Jean Lambert, miembro del Parlamento Europeo, dijo:

«Los partidarios del TTIP empujan el mito de que un mayor comercio significa más puestos de trabajo. No es así.

«No hay ninguna garantía de que el TTIP será bueno para la creación de empleo – por no hablar de empleos decentes que pagan lo suficiente para vivir, respetar los derechos laborales y la promoción de altos estándares de salud y seguridad. ¿Por qué debemos asumir esos estándares se respetan cuando otros tienden a bajar? Estas son las normas consideradas como barreras para los negocios y el TTIP tiene que ver totalmente con la promoción de negocios.»

Keith Taylor, miembro del PE, dijo:

«A pesar de que varios aspectos de este acuerdo comercial están rodeados de secreto, lo que sí sabemos es que el TTIP plantea una amenaza muy real para la calidad de vida de las personas en el Reino Unido.

«Este acuerdo, favorecido por las multinacionales, amenaza con recortar las regulaciones que protegen nuestro medio ambiente y la salud. Pero, lo más preocupante es que representa una seria amenaza a la democracia en nuestro país.

«Es asombroso que los demócratas liberales, un partido con la palabra «demócrata» en su nombre, están atacando a aquellos que quieren proteger a los británicos de un acuerdo comercial redactado por las grandes empresas.»

Molly de Scott Cato, la primera eurodiputada verde representando al Sur-Oeste y portavoz de finanzas del Partido Verde, dijo:

«Los Verdes se oponen totalmente al TTIP, que amenaza con socavar nuestra capacidad de proteger a los altos estándares de protección del medio ambiente, los derechos laborales, y la protección de los animales, que nosotros garantizamos.

«Las propuestas para proteger a los inversores corporativos en contra de los intereses democráticos de los ciudadanos, no deben ser permitidas. Como los Verdes en el Parlamento Europeo nos comprometemos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para evitar que el TTIP sea aprobado.»

FIN DE LOS FRAGMENTOS DE “THE ECONOMIC VOICE”

VÍNCULOS ASOCIADOS

http://www.nottip.org.uk/

http://corporateeurope.org/international-trade/2014/07/who-lobbies-most-ttip

https://vimeo.com/97013293