Un avión de Malaysia Airlines explotó y se estrelló en el este de Ucrania, causando la muerte de sus 298 pasajeros. Funcionarios estadounidenses y ucranianos afirman que el Boeing 777 fue derribado por un misil tierra-aire de fabricación rusa, pero no está claro quién disparó el misil. El avión viajaba de Ámsterdam a Kuala Lumpur con personas de al menos diez países a bordo, entre ellos 173 ciudadanos holandeses, 44 malayos y 27 australianos. Hasta el momento, las nacionalidades de veinte de los pasajeros no han sido verificadas y no está claro si había ciudadanos estadounidenses a bordo. El desastre pudo haber atestado un golpe duradero a la lucha contra el VIH y el SIDA. Según informes, en el avión se encontraban cien de los principales investigadores y luchadores del SIDA del mundo camino a una conferencia en Australia, entre ellos el investigador pionero y ex Presidente de la Sociedad Internacional del SIDA, Joep Lange. La zona donde se estrelló el avión está bajo el control de los separatistas pro-rusos, que recientemente han asumido el crédito por derribar aviones militares ucranianos. Ucrania ha culpado a los rebeldes por el ataque y la agencia de inteligencia ucraniana publicó un audio que afirma corresponde a las llamadas telefónicas interceptadas entre rebeldes y oficiales de inteligencia militar de Rusia, donde los rebeldes admiten haber derribado un avión de pasajeros. El accidente se produjo un día después de que Estados Unidos castigara a Rusia con una nueva ronda de sanciones por su manejo de la crisis en Ucrania.