Amir, un miembro de la Marcha por la Libertad de los Refugiados hacia Bruselas explicó cuál es el objetivo de la Marcha y qué sucedió el 5 de junio en Luxemburgo. Reproducción de una entrevista televisiva del Luxemburg Wort.
¿Cuál es el objetivo de la Marcha por la Libertad?
La Marcha por la Libertad es un grupo de solicitantes de asilo, apátridas, “sin papeles”, inmigrantes, y de ciudadanos. Compartimos con todas estas personas la misma rabia y luchamos por la libertad. Nuestras reivindicaciones son tener libertad de movimiento, libertad de residencia, y la desaparición de las fronteras y de todas las leyes anti-inmigración.
Como “sin papeles”, apátridas, solicitantes de asilo en Europa, no importa si estamos en Alemania, Francia, Holanda…, en todos lados somos víctimas de la misma brutalidad, nadie nos mira como personas porque somos la basura del capitalismo.
Al mismo tiempo que llegamos a Bruselas, tuvo lugar una cumbre sobre la situación de los solicitantes de asilo, sobre los refugiados. Y es raro que decidan, se reúnan y hablen sin las personas afectadas, y que no quieran oírlas. Así que, en primer lugar queremos estar allí y decimos: “Hey, estamos aquí, no podéis decidir sobre la vida de las personas sin tenerlas en cuenta.”
¿Hasta ayer todo fue bien, qué pasó entonces?
Visitamos el centro para deportados que está cerca del aeropuerto. Allí había tantas personas y se daban las mismas situaciones que en todos los centros para deportados. Una de nuestras reivindicaciones es cerrarlos.
Pero en relación a hoy: Estábamos en una actitud totalmente pacífica y sólo queríamos estar allí (en la reunión de Ministros del Interior en Kirchberg, nota del redactor). Y es totalmente lógico que cuando decides sobre la vida de las personas, y estas personas están presentes, no las puedas ignorar. Al menos las puedes considerar como representantes de las 17000 personas que han muerto en el Mar Mediterráneo. Para que puedan expresar su rabia y su tristeza.
Hoy queríamos ir a esta reunión y tomar parte en ella, pero la policía ignoró por completo cualquier negociación con nosotros. Al cabo de un rato, empezaron a actuar de forma muy violenta. Los perros de la policía empezaron a morder a algunas personas y empezaron a rociarnos con gas pimienta directamente a la cara. Después nos obligaron a salir del edificio. Todo esto sucedió con la total indiferencia de los políticos, que se encontraban presentes en ese momento.
Mientras se producía esta brutalidad, empezamos a expresar nuestras reivindicaciones y, cuando nos queríamos ir, empezaron de nuevo a retenernos, volvieron de nuevo los perros, y volvieron a actuar con el gas pimienta y a detener a gente.
Nos quedaremos aquí hasta que nuestro amigo sea liberado. No podemos soportar más esta brutalidad.
Traducción del alemán por David Pérez Godia