Tras la propuesta de recorte del 40% en las emisiones de gases de efecto invernadero y la cuota de renovables del 27% decidida con anterioridad, ahora la Comisión Europea propone un objetivo de ahorro energético del 30% de aquí a 2030.
Por Prof. Norberto Ovando
Algunos de los beneficios previstos para las empresas europeas dentro de los objetivos de eficiencia energética para 2030 son: precios accesibles de energía para los clientes, una mayor seguridad energética a través de una reducción significativa de las importaciones de gas natural y un impacto positivo en el medio ambiente.
Europa hacia el futuro sostenible
La Comisión Europea ha propuesto hace unos días un objetivo de mejora de la eficiencia energética del 30% de aquí a 2030 -más ambicioso de lo previsto inicialmente- con el fin de reducir el consumo y disminuir así la dependencia energética de la UE respecto a socios como Rusia. Con las políticas actuales, Europa logrará ya un ahorro de entre el 18% y el 19% de aquí a 2020, rozando el objetivo del 20%, según los datos de Bruselas.
Dada la necesidad de seguridad energética en el sector del gas por la situación en Rusia y Ucrania, el comisario de Energía, Günter Oettinger, ha calificado los objetivos de «ambiciosos pero realistas» y ha subrayado que envían un «mensaje de apoyo» a la inversión en nuevas tecnologías de eficiencia energética. De hecho, el Ejecutivo comunitario sopesaba proponer un objetivo del 27%, pero la crisis ucraniana y la apuesta del futuro presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker por el 30%, han llevado finalmente a revisar la cifra y aumentarla. No obstante, todavía se queda lejos del 40% que pedía la Eurocámara.
Para alcanzar este 30% en 2030 se requerirán inversiones adicionales en ahorro de energía por valor de 89.000 millones de euros al año, según los cálculos de Bruselas. Y aumentará el costo del sistema energético de la UE en 22.000 millones de euros en comparación con un escenario en el que no se adoptaran nuevas medidas de eficiencia energética.
Pero a largo plazo, el aumento del ahorro energético disminuirá las facturas energéticas en 53.000 millones de euros al año para 2030. Y aumentará la seguridad de suministro, ya que por cada 1% en ahorro energético adicional reducirá las importaciones de gas un 2,6%, de acuerdo con los datos de la Comisión.
Al igual que en anteriores discusiones, cuando se fijaron los límites de emisiones y la cuota de renovables—, el debate ha abierto una brecha entre los Estados miembros. Los países del Este capitaneados por Polonia, temerosos del efecto que la nueva normativa pudiera tener sobre su obsoleta industria, proponían un objetivo cercano al 27%; Reino Unido y un ramillete de Gobiernos cercanos a sus postulados se decantaban por el 29% y el resto abogaban por el 30% finalmente propuesto. El anterior objetivo, fijado para 2020, persigue un ahorro del 20% sobre el nivel de consumo de 1990.
Los líderes europeos tienen previsto llegar a un acuerdo sobre estos objetivos en su cumbre de octubre, y deberán decidir entonces si la meta de eficiencia energética es vinculante o sólo indicativa.
Beneficios actuales de eficiencia energética
De acuerdo con la Comisión Europea, entre las ventajas probadas para las empresas y los consumidores se encuentran las siguientes:
- la intensidad energética en la industria de la UE ha disminuido cerca de un 19% entre 2001 y 2011;
- los electrodomésticos más eficientes, como heladeras y lavadoras, permitirán a los consumidores ahorrar 100.000 millones EUR al año (alrededor de 465 EUR por hogar) en sus facturas energéticas para 2020;
- diversos beneficios a largo plazo
La Comunicación también analiza las repercusiones positivas de la eficiencia energética en las vidas de los europeos para los próximos dieciséis años:
- por cada punto porcentual adicional en el ahorro de energía, se espera que las importaciones de gas de la UE disminuyan un 2,6 %, reduciendo así la dependencia de los proveedores externos;
- los edificios más eficientes ofrecerán «beneficios suplementarios» a la gente que vive y trabaja en ellos además de reducir sus facturas energéticas; por ejemplo, tendrán mejores ventanas que brindarán una mejor calidad del aire y protección del ruido exterior;
- las políticas de eficiencia energética crearán nuevas oportunidades para las empresas europeas, por ejemplo para las empresas de construcción y de fabricación de equipos. De acuerdo con esto, se crearán nuevos puestos de trabajo locales.
A todo esto se le deben sumar las nuevas políticas de la construcción donde los actuales edificios consumen casi la mitad de energía si se los compara con edificios de hace más de 40 años.
Concusión
Si nuestro país desarrolla un Plan de Acción sobre Eficiencia Energética como un paso decisivo para resolver los desafíos del Milenio, abandonando la dependencia de los combustibles fósiles y de la energía nuclear y desarrollando nuevas tecnologías y energías renovables, además de ahorrar energía estaríamos contribuyendo a mejorar los problemas del cambio climático.
Fuente CE/AAPN