Por Carlos Portillo para RevoluciónTresPuntoCero
Una imagen de pronto parece darle sentido a fenómenos sociales tan preocupantes como incomprendidos en México, el bullying y la homofobia: una maestra de educación física es interrumpida en plena clase; cerca de 10 personas han entrado para, a empujones e insultos, sacarla del aula, pasar por el patio de la escuela al son de “¡no te queremos aquí!”, e intentar expulsarla del plantel a la fuerza. Al menos tres de estas personas fueron identificadas por la maestra, como padres de quienes se convirtieron en el público incidental del espectáculo: alumnos de la secundaria general número 13 Rosario Castellanos, ubicada en Cuernavaca, Morelos.
Ada Lilia Gaxiola Peraza ahora tiene prohibido acercarse al que fuera su lugar de trabajo durante 28 años, debido a sus preferencias sexuales, sin contar el nuevo miedo que le produce simplemente salir a la calle.
Los tres individuos que Gaxiola Peraza alcanzó a reconocer son Antonio Marquino; Víctor García Bahena, quien se desempeña como tesorero de la organización de padres de familia de la secundaria; y el excandidato a diputado local por el Partido Acción Nacional (PAN), Jorge Óscar Medina Rodríguez.
Se trata además, de la tercera vez que la docente es separada de su cargo e investigada por el Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) a causa de quejas interpuestas por padres de familia. La razón principal: ser lesbiana; aunque disfrazada de argumentos como “bajo rendimiento académico” y “comportamiento inadecuado”.
En los casos pasados, la resolución había fallado a favor de Gaxiola Peraza, por lo que terminaba regresando a las aulas. Su primera expulsión fue en marzo del presente año, sin embargo, pudo comprobarse que no existían elementos para empezar un proceso administrativo en su contra, y de esta manera, nada le impedía continuar con su labor docente.
Ahora, al regresar al plantel el pasado 27 de junio, la aparente urgencia de los padres de familia por alejarla de sus hijos se tornó en los actos violentos ya descritos, teniendo como consecuencia la destitución de Ada Lilia y de la directora de la secundaria, Martha del Carmen Tavera, por dejar a la maestra regresar y omitir los deseos de los padres de familia.
Rubén Segura, director de secundarias generales, ya había recomendado, ante el conflicto administrativo previo, reubicar de plantel a Gaxiola Peraza, pues su “presencia podría considerarse como un medio de incitación a la asociación de padres de familia”, la cual, amenaza con tomar las instalaciones de la secundaria en caso de que Ada Lilia regrese a impartir clases.
En tanto, la maestra sigue sin poder entender cómo es que, siendo ella la agredida, ahora se le prohíbe trabajar e incluso acercarse a la escuela que lleva el nombre de la autora de la obra teatral “El eterno femenino”, y afirma que actuará jurídicamente en contra de quienes ya han recurrido al acoso y la discriminación.
De igual forma, Jorge Messeguer Guillén, secretario de Gobierno de Morelos, asegura que se ha presentado una queja ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), mientras otro grupo de padres de familia, alumnos, legisladores, líderes sindicales y maestros –incluyendo sobre todo a lo colegas de Ada Lilia que la defendieron durante el ataque– se pronuncian a favor de la docente y exigen respeto a sus preferencias sexuales y sus derechos humanos.