Con el frío presente pero con un gran calor humano entibiando el ambiente, además de una agradable música que sonaba en vivo por parte de la Banda Ramal, el pasado viernes 18 de julio, a las 20.00 hrs. se abrieron las puertas del Salón de Honor del ex Congreso Nacional, para que cientos de personas rindieran homenaje a Laura Rodríguez, quien fuera diputada humanista entre 1990 y 1992.
Cuando se cumplieron 22 años de su partida y con el esfuerzo de sus familiares, la fundación que lleva su nombre y el diputado Vlado Mirosevic, se lanzó el libro “A quien quiera escuchar”, que reúne sus columnas e intervenciones, sus vigentes propuestas políticas y sus declaraciones respecto al tema de la muerte, cuando encaraba su enfermedad.
Luego de la proyección de un video que agrupaba las acciones de la “Lala” en ejercicio legislativo y las declaraciones que ella hizo en la prensa de la época, subió al escenario Simón Ergas, hijo de la diputada humanista y editor del libro -con La Pollera ediciones. Con un discurso colmado de emoción, Simón compartió la lectura de la nota editorial del libro que él mismo escribió y que termina así: “Cuando Lala murió no sentí pena. Fue tan grande lo que dejó andando en este mundo que se hizo imposible percibir su ausencia. Recuerdo, con tintes de ensueño, el momento luminoso en que el cortejo fúnebre pasó junto al mercado y desde las florerías nos llenaron de colores. Ella hablaba como si de verdad la muerte no existiera. Eso, que no quedó escrito, también lo quisimos rescatar en esta edición”.
Tras un instante de profunda reflexión, Simón Ergas continuó leyendo: “Una de las cosas que me dejó mi madre es un cuento que escribió poco antes de que naciera. El texto termina así: “No, no te dejaré, sé que no cortaré tu proyecto. Mi huida vida puede fracasar, mi absurdo cuerpo puede fallar, pero tú, tú…¡existe hombrecito!”. Por eso estoy acá, es nuestra editorial la que publicó este libro y hemos realizado el proyecto con un cariño desmedido”.
Luego de esta sentida intervención, subió al escenario el jóven diputado Vlado Mirosevic, quien en medio de honestas lágrimas mencionó las razones de por qué se identificaba con la Lala, contando que cuando sólo tenía 14 años llegó a sus manos el libro original editado entonces bajo el título “A quien quiera escuchar”, texto que inspiró completamente su intención política y engendró sus ganas de colaborar por un Chile más justo e inclusivo.
Además, Mirosevic agradeció inmensamente la voluntad y labor política y social del Partido Humanista, por su histórica y coherente lucha en función de humanizar la tierra.
Octavio González, el nuevo Presidente del Partido Humanista subió al escenario después de las palabras de Mirosevic. Con gran elocuencia se dirigió a los presentes citando a diversos líderes de la humanidad que lucharon por un mundo sin guerras. Entre ellos mencionó a Laura Rodríguez, quien luchó activa y comprometidamente por el término de la violencia social y política en Chile y el planeta, levantándose como un referente para los posteriores humanistas. Al mismo tiempo, González fue enfático al plantear que las propuestas de la Lala se mantienen muy vigentes, fundamento suficiente para llevar su mensaje por delante.
Después de esto, Rosita Ergas, fundadora y directora de la Fundación Laura Rodríguez se presentó frente a los asistentes para recordar que Laura Rodríguez acuñó la frase “De cara al pueblo y de espaldas al parlamento”, cuya esencia se reflejaría en todas sus acciones.
De esta manera, Rosita abrió el micrófono para que otras personas, es decir, la misma gente, hablara y dijera su pensar. En ese contexto se levantaron las voces de quienes tuvieron la oportunidad de ser testigos presenciales del modo de trabajar de la diputada humanista, como también de aquellos que la historia les enseñó su trascendencia y se han sentido inspirados por su coherencia, convicción, paz, fuerza y alegría.
Al terminar el acto, la actriz Paula Hunt junto a dos cantantes femeninas, adaptaron musicalmente dichos de la Lala y los entonaron con mucho entusiasmo y poesía.
Con un coro multitudinario, los asistentes salieron y juntos compartieron un pequeño brindis, mientras se asombraban al ojear las páginas del libro de tapa naranja, que hoy recoge la propuesta humanista de Laura Rodríguez y que representa la importancia de compartir un legado y de transmitir ese mensaje “A quien quiera escuchar”.