Más de 2,3 millones de niños viven bajo el umbral de la pobreza en España, una cifra que constituye casi una tercera parte (27,5 %) del total de chicos de un país donde la inversión en la infancia cayó drásticamente en los últimos años de crisis económica.
Según las cifras expuestas en el documento, casi una de cada cuatro familias con uno o dos hijos son pobres, y también lo son casi la mitad que tiene tres hijos.
Como el gasto para protección a los menores en España es de 270 euros por habitante al año -cifra que se encuentra muy alejada de los 510 euros al año del promedio de Europa-, Unicef propone en su informe crear una ayuda universal por hijo de 1200 euros al año.
Según fuentes del organismo, la ayuda universal supondría una reducción de la pobreza infantil en torno al 18% y además supondría una caída de la pobreza del 7%. Costaría 9.400 millones de euros al año al Estado, lo cual representa la décima parte de lo que se invierte en pensiones.
El documento agregó que en España la pobreza “está más extendida y es más severa y es más intensa” en la infancia que en el resto de la población, un problema que se puso en evidencia con la crisis económica iniciada en 2009, informó la agencia de noticias EFE.
Unicef dijo que España es un país que, pese al “esfuerzo” realizado hasta 2009, aún se caracteriza por niveles “muy bajos” de ayudas económicas a las familias con niños, cuenta con permisos de maternidad y paternidad “reducidos en el tiempo”, y “poco (y caro)” acceso al cuidado y la educación de 0 a 3 años.
El informe puso de manifiesto que invertir en infancia es “justo, rentable, beneficia a todos”, y subraya que con unas políticas públicas “generosas y decididas” se puede reducir sustancialmente la pobreza entre los más pequeños.
La crisis económica que vive España desde hace cerca de seis años se tradujo en un incremento del desempleo, que afecta a cerca del 26 % de la población activa y en una mayor dificultad de los ciudadanos para hacer frente a sus gastos.