«Porque hay olvidos que queman
y hay memorias que engrandecen»
Alfredo Zitarrosa («Diez décimas de saludo al pueblo argentino»)
Mientras el país y buena parte del mundo están bajo el chantaje de los chantas de la usura internacional y sus jueces del «Tea Party» norteamericano llegaron tres noticias que trataré de enlazar porque tienen más puntos de contacto de lo que parece.
No conozco a Luis Barbaran. Sin embargo, tuvo la amabilidad de enviarme un correo electrónico para ponerlo a mi consideración. Así dice: «Para su consideración» y me manda saludos desde Bruselas. Como el apellido del desconocido no me sonó muy belga ni flamenco, lo busqué en internet. Parece que don Luis es peruano y un decidido defensor del ambiente. Como dice Santiago, un pachamamista. El Asunto del mensaje dice: «Argentina no está en condiciones de fiscalizar el fracking». Más o menos a la misma hora en que comenzaba a leer la preocupación del remitente, nuestro Ministro de Economía, el «oriundo del marxismo» Axel Kicillof, le explicaba al G77+China, en Naciones Unidas, el atropello a la soberanía nacional y la estupidez, en grado de tentativa, contra el sistema económico mundial, perpetrado por un juez yanqui y avalado por la Corte Suprema de Injusticia de Estados Unidos, la capital global del capitalismo especulativo. (¿No es insólito que la Argentina esté encabezando la defensa de un sistema económico que fabrica pobres y después no le importe su destino?). Es por eso que le contesté que su mensaje me producía la misma sensación que debe tener aquel tipo que, mientras se le está incendiando la casa, le tocan el timbre para tratar de convencerlo de que la manteca es menos perjudicial para su salud que la margarina. Con los fundamentalistas de cualquier cosa, con los obsesivos, pasa eso. Mi profesora de Taquigrafía en el secundario creía que su materia era más importante que las clases de Lógica que nos regalaba Dante Polimeni (sí, el papá de Carlos). Todavía no recibí respuesta de Luis a mi respuesta. Es que debe estar haciendo fracking en su ombligo y, además, Bruselas queda lejos de Vaca Muerta. Entretanto nosotros debatimos si fracking sí o no los pajarracos de siempre van a llevarse el gas, el petróleo y quedaremos con el traste roto y mirando al norte.
Acabo de enterarme de que los humanos primitivos, nuestros recontra abuelos, vivían en estado de permanente orgía. Algo así como todas con todos y varias viceversas. Eso afirman algunos científicos. Por eso, sólo por eso, no califico de cavernícola a Héctor Aguer, obispo o arzobispo de La Plata (pido disculpas, no conozco el escalafón divino). Casi contemporáneamente con la cita en que su jefe, el Papa Francisco, convocaba a una reunión a realizarse en octubre próximo para que, según sus propias palabras, se empiece a debatir acerca de la composición de las nuevas familias y la posición de la Iglesia Católica bajo el principio de una mayor comprensión hacia divorciados, madres solteras y homosexuales, el cura platense trató de «personas depravadas» a travestis, gays y lesbianas. Claro, como todos los cobardes, después dijo que lo habían sacado de contexto. Hasta donde sé el término contexto no es sinónimo de letrina, que es de donde parece haber salido este fascista demodée. Otra vez el odio y el temor al cuerpo, al libre albedrío, a la elección sexual de cada ser humano. De nuevo los perversos autoproclamándose dueños y señores de la vida del prójimo (utilizo ex profeso un término del cual han hecho abuso a lo largo de su historia sanguinaria). Esta vez, como tantas, mirándose el ombligo a través de sus ojos de aves de rapiña.
Y para que confirmen mi condición de ateo, pero ecuménico, va una con connotaciones talmúdicas. Es que la D.A.I.A., institución mayoritaria de la comunidad judía argentina, ha emitido un comunicado para repudiar por antisemitas las declaraciones del señor Rafael Araya Masry. El repudiado es Secretario de Relaciones Internacionales de M.I.L.E.S., agrupación política que conduce el líder social Luis D’Elía. Don Rafael opinó que nuestro país está siendo agredido por el multimillonario Paul Singer, titular del fondo NML el buitre mayor, a quien calificó de sionista. Como ya es costumbre, los dirigentes judíos criollos contrabandean la idea de que sionismo y judaísmo son sinónimos y entonces cualquier alusión que se haga a la doctrina que fundó Teodoro Herzl es acusada de antisemita. Le pasó a José Saramago, a Eduardo Galeano y a tantos otros que opinan que las políticas de los gobiernos israelíes, por ejemplo, son genocidas y expansionistas (eso, expan-sionistas) respecto del pueblo palestino.
No tengo noticias de que la D.A.I.A. haya hecho una manifestación pública de apoyo a la Argentina frente al atropello de que es víctima el país. Ha privilegiado, y con trampa ideológica, la condición de judío sionista de Mr. Singer a los intereses del pueblo que comparte con ellos los avatares de la vida cotidiana. Protección de sionistas a un par, buitre financiero y usurero internacional, que se asemeja y mucho a la complicidad. La misma actitud asumida ante el acuerdo con Irán para destrabar el proceso judicial que investiga el atentado perpetrado contra la sede de la mutual A.M.I.A. en julio de 1994. Parece que prefieren que no avance, pero no ofrecen ninguna alternativa.
Y la legisladora del PRO, Laura Alonso, que recibe dinero del buitre Pablo Cantor para la versión argentina de la Fundación «Vital Voices» y calla. Como callan el reclamo del Papa contra la timba global y amplifican los graznidos de los economistas y dirigentes que pusieron de rodillas la patria.
Y así nos va. Escuchando a Pablo Cantor y sus coreutas en lugar de seguir a Zitarrosa.