Los temas principales en la 44 Asamblea General de la OEA, en Paraguay, fueron la inclusión social y los derechos de los pueblos indígenas. La intersección de ambos es grande. DW habló al respecto con dos expertas.
Para la Dra. Sabine Kurtenbach, investigadora del think tank GIGA, con sede en Hamburgo, en cuanto a inclusión social se ha registrado una “tendencia positiva en general, constatándose una reducción en los índices de pobreza en la región”. De destacar es sobre todo la lucha contra la exclusión y la pobreza “basada en leyes, es decir, programas que no dependen de la voluntad de los Gobiernos de turno, sino que son un derecho de la población”, agrega. Kurtenbach destaca en ese sentido a Brasil como ejemplo.
Un problema ve la investigadora en “modelos de desarrollo basados en la explotación de recursos naturales o agrícolas, en los que la demanda coyuntural desempeña un gran papel”. Por ello pone hincapié en que debe apostarse más por “procesos de crecimiento económicamente sostenibles a largo plazo”. También porque las economías extractivas o de monocultivos “ocupan poca mano de obra y por lo tanto dificultan la distribución del ingreso a través de mecanismos de mercado, lo que lleva a los Estados a intentarlo por el lado de la redistribución de ingresos, lo que no siempre es prometedor a largo plazo”.
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