En una extensa alocución, la parlamentaria planteó que la compañía de capitales australianos “debe retirarse ahora” de la Patagonia, dado que “no solo dañará su reputación internacional si continúa participando en este proyecto, su reputación aquí (en Australia) también está en cuestión”.
Hasta el otro extremo del Pacífico llegó la controversia por el proyecto río Cuervo, que impulsan en conjunto -a través de la sociedad Energía Austral- la minera de origen suizo Glencore-Xstrata y la eléctrica australiana Origin Energy. Fue la senadora de ese país, Lee Rhiannon, quien el 13 de mayo se refirió en el hemiciclo en duros términos a la represa que pretende construirse en la región de Aysén y que contempla un embalse de 13 mil hectáreas en uno de los lugares más prístinos de la zona.
De esta forma, se abre un frente internacional contra la otra iniciativa de represas en la zona austral, luego del rechazo de HidroAysén el 10 de junio pasado por parte del Comité de Ministros.
La congresista introdujo el tema explicando las características del área, acusando que “por desgracia el turismo y el entorno natural de la Patagonia están bajo seria amenaza por una multitud de represas propuestas por compañías multinacionales, que buscan alterar fundamental y permanente del paisaje para su beneficio”.
Luego de mencionar a HidroAysén, se detuvo en la represa Cuervo. “Este proyecto es en parte propiedad de la compañía australiana Origin Energy”, la cual comparte su control con Glencore-Xstrata, “que llevó adelante la controvertida mina de carbón Anvil Hill, en la zona del Hunter (Australia). Fue tal la vergüenza de ese proceso, que optaron posteriormente por cambiar su nombre a Moolarben”.
Tras un reporte detallado sobre los valores ecosistémicos en riesgo, la senadora recalcó que “Origin Energy tiene que explicar a sus accionistas y al pueblo de Chile y de Australia si ha considerado el impacto que el proyecto río Cuervo podría tener sobre ellos”. Duda que fue reafirmada al relatar los riesgos geológicos asociados a la iniciativa, que se ubicaría sobre una falla sísmica activa, la Liquiñe-Ofqui.
“Es cierto que Chile tiene escasez de petróleo y depende de las importaciones. Pero como también lo hemos visto en Australia, las empresas juegan con esto, creando su propia campaña de relaciones públicas, mostrando anuncios de televisión donde las luces se apagan repentinamente. La realidad es, sin embargo, que las dañinas propuestas que se presentan no son tan necesarias como las empresas muestran. Existen alternativas” puntualizó.
Aprovechó también de hacer un poco de historia sobre Origin: “Recuerdo cuando la empresa partió ofreciendo energía a los hogares australianos. De hecho tenían una buena reputación, como una de las pocas compañías que entonces ofrecían energías renovables. Cuanto parece haber cambiado desde entonces, tanto aquí como en su modelo de negocios, donde da la impresión que simplemente replican la avanzada multinacional para exprimir a las comunidades de sus recursos, todo con el fin de maximizar sus ganancias a cualquier costo. Estoy segura que el pueblo de Australia empatizará con el sufrimiento de los chilenos frente a esta importante lucha contra los gigantes corporativos”.
E hizo una advertencia. “El Partido Verde (al cual pertenece Rhiannon) estará monitoreando la situación en Aysén. Junto con Patagonia Sin Represas vamos a seguir trabajando para que el público australiano tome conciencia sobre este tema. Muchos de nuestros compatriotas se preocuparán de ver una región tan prístina y hermosa bajo la amenaza de una compañía australiana. Origin Energy no solo dañará su reputación internacional si continúa participando en este proyecto, su reputación aquí (en Australia) también está en cuestión. Origin debe retirarse ahora. El proyecto río Cuervo no debería seguir adelante” concluyó.
Según trascendió, el discurso de la congresista generó que desde Australia se contactaran con ejecutivos de Origin para solicitarles antecedentes sobre su participación en el proyecto.
Actualmente el proyecto río Cuervo se encuentra desde septiembre de 2013 con resolución de calificación ambiental aprobada a nivel regional, restando que el Comité de Ministros resuelva próximamente sobre las más de 200 reclamaciones presentadas por la comunidad.
Paralelamente en la Corte Suprema se tramita un recurso de protección contra esta decisión, en tanto en el Tribunal Ambiental de Santiago el 5 de junio fue acogido a trámite un recurso contra Sernaegomin, el cual busca invalidar un informe emitido por el servicio con el que dio su visto bueno al estudio de río Cuervo. El objetivo, que se revoque la aprobación de la iniciativa.