La situación de la economía es catastrófica: miles de millones de deudas, corrupción, precios disparados y el riesgo de una guerra. A pesar de la ayuda financiera del exterior, vienen duros tiempos para los ucranianos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) respaldará al Gobierno de Ucrania con préstamos de 15 a 18 mil millones de dólares. Una suma que en los dos próximos años podría subir a los $ 27 mil millones. Una ayuda “absolutamente necesaria”, según Rainer Schweickert, del Instituto de Economía de Kiel, toda vez que Ucrania debe ser salvada de la quiebra. Debido a sus precarias finanzas, Ucrania no puede obtener créditos en el mercado libre.
Ucrania carga con una deuda soberana de 75 mil millones de dólares y necesita unos 35 mil millones dólares para funcionar. La deuda nacional representa más de tres cuartas partes del BIP, un índice crítico cuando una economía tiene tan bajo rendimiento.
Analistas del Banco Raiffeisen de Austria, creen que debido a que además, “las reservas de Ucrania disminuirán aún más, su situación financiera empeorará”. Solo en 2015 Ucrania podría necesitar un crédito adicional de entre 10 a 15 mil millones de dólares, calculan los economistas austriacos.
Corrupción y evasión de impuestos
El panorama económico en Ucrania es desolador: débil seguridad jurídica, corrupción rampante y la amenaza de guerra de Rusia. Nada que atraiga a inversionistas occidentales. Los llamados “oligarcas” dominan importantes sectores de la economía, casi no pagan impuestos y sacan del país sus ganancias para depositarlas en paraísos fiscales como Chipre. Dichos potentados solo están dispuestos a invertir en el país si pueden expandir su “imperio”. Así, no es de extrañar que Chipre ocupe en Ucrania el primer puesto en inversiones extranjeras.
Una de las primeras medidas que debiera tomar el Gobierno de Kiev es “parar la fuga de capitales”, opina el economista Boris Kushniruk. Hasta ahora, para los oligarcas era muy fácil “sobornar a las autoridades para no pagar impuestos”, dice Kushniruk y agrega que solo la lucha consecuente contra la corrupción le hará entender a los oligarcas que más vale pagar impuestos que robar al Estado.
1 dólar estadounidense = 11,773 grivnas
Aparte de la lucha contra la corrupción, una de las exigencias del FMI, el Banco Central de Ucrania debe parar de mantener artificialmente la cotización de la moneda. El acoplamiento de la grivna al dólar ha hecho reducir las reservas a la mitad desde 2010.
Otra de las medidas urgentes recomendadas por el FMI con el fin de estabilizar el presupuesto nacional son los recortes de las prestaciones sociales, sobre todo los subsidios al gas. Un punto crítico que Kiev ya ha comenzado a tratar: en este mes de mayo los precios del gas subirán en un 40% para las empresas y en 50% para los hogares.
Una medida que se esfumará, debido a que la empresa rusa Gazprom canceló todos los descuentos al precio del gas para Ucrania. De este modo, Naftogaz, el proveedor ucraniano de energía, tiene que pagar desde abril un 44% más por las importaciones de gas ruso. Este sobreprecio es considerado una multa impuesta por Gazprom por la deuda pendiente de 2.200 millones de dólares. Y los precios de gas subirán porque los descuentos incluían los aranceles pagados por la flota marina rusa en Crimea, un territorio que tras la anexión rusa ya no es ucraniano.