OrganizacionReproduçãoes de Ecuador, Argentina, Estados Unidos, Nigeria y Rumania declararon el 21 de mayo como el «Día Internacional Anti-Chevron”. La fecha fue instituida para denunciar las acciones de la empresa estadounidense, que viene poniendo en riesgo el medio ambiente y la vida de miles de personas. Este miércoles, justamente una semana antes de la reunión de la junta de accionistas de la Chevron en Texas (Estados Unidos), se realizará una jornada mundial de repudio a la empresa.

La intención es denunciar que la actuación de la multinacional viene provocando: desastres ambientales, devastación de cientos de hectáreas de tierra, contaminación de agua, aniquilamiento de pueblos indígenas, crisis energética debido a la caída de las reservas de petróleo y gas por falta de inversión en las reservas, falta de respeto a los derechos de los trabajadores/as, muertes, hambre, saqueos y enfermedades.

De acuerdo con los Colectivos del Departamento 19, actualmente la Chevron es procesada en Ecuador, Canadá, Angola, Birmania, Brasil, China, Colombia, Francia, Indonesia, Irak, Cazajistán, Filipinas, Perú, Tailandia, Turkmenistán, Reino Unido, Australia y por los estados de Alaska, Utah y Misisipi, en Estados Unidos.

En cada país, la empresa dejó una historia de violación de derechos, contaminación y depredación. En Argentina, la Chevron firmó un convenio con la petrolera YPF para la explotación de hidrocarburos no convencionales en la provincia de Neuquén. El acuerdo fue intensamente combatido por la población argentina, pues la técnica de extracción es agresiva al medio ambiente y la actuación de la multinacional viola los derechos de los pueblos mapuches a preservar su territorio ancestral.

En Nigeria, la actividad petrolera de la fusión Chevron-Texaco provocó en la comunidad de Ilaje, a partir de 1962, y en Okan, a partir de 1968, la pérdida de fuentes de agua dulce, crisis de la actividad pesquera y generó movimientos sísmicos. Por esos perjuicios, la población se organizó y manifestó, de manera pacífica, pero la respuesta fue violenta: disparos desde helicópteros y lanchas.

En Ecuador, la lucha es para que la Chevron-Texaco repare los perjuicios que causó en la selva ecuatoriana, de 1964 a 1990. Durante ese período, la empresa contaminó 450 mil hectáreas en las que vivían 35 mil personas, provocando enfermedades, un gran impacto en la flora y fauna de la región, además de la desaparición y desplazamiento de comunidades nativas. Después de 20 años de batalla judicial, la justicia ecuatoriana determinó el pago de una indemnización a los pueblos afectados, lo que no ocurrió hasta hoy.

Así, en cada uno de los 180 países en que está instalada la multinacional hay un rastro de destrucción. Hasta inclusive en Estados Unidos su actuación es repudiada. En el Estado de California, el trabajo de la refinería viene causando enfermedades respiratorias, cardiovasculares y hasta cáncer en la población. En 2012, un incendio en las instalaciones agravó aún más las enfermedades. La ciudad de Richmond solicitó en la Justicia indemnización para la población por todos los daños ocasionados, pero igual como ocurrió en Ecuador la Chevron se niega a cumplir la sentencia.

Traducción: Daniel Barrantes – barrantes.daniel@gmail.com