Fuimos llegando a la entrada del camino que lleva a la Quebrada en grupos, de a uno, de a dos, caminando, en colectivo o en auto con los macutos llenos de yiwüin kofke, de pebre, de catutos, pellejos de animales, de mantas, bidones con agua, teteras y mate, mucho mate para pasar la noche y la amanecida bien provistos de lo necesario para este esperado ngillatün.
El atardecer estaba propicio, la luna nos acompañaba desde temprano suave y transparente, aumentando su luz a medida que transcurría la actividad.
Fuimos subiendo el winkul con calma y esperando a los rezagados, apoyando a los que tenían más dificultades en el ascenso, lo mismo para cruzar el río que venía con sus aguas limpias y fríamente gratificantes. Los weche wentru –solícitos- acomodaban piedras para que se facilitara el cruce.
Al llegar a la explanada, el rehue, -solitario y destacado en medio de ese espacio-, hecho de ramas de canelo traídas de alguna ruka por la lamngen que oficia el ngillatün, se va constituyendo en el centro del ngillatue, y va siendo acompañado a su alrededor de cacharritos de greda con mote, con harina, con botellas de mudai y de agua.
Nos vamos acomodando en grupos con las mantas y los alimentos a cierta distancia alrededor del rehue, como en forma de herradura, mirando hacia el oriente, haciendo fogatas de ramas secas recolectadas del mismo lugar para mantenernos abrigados durante toda la noche.
Las conversaciones y los mates van pasando de manos afectuosas y corazones abiertos a la espera de la primera rogativa, que haremos cerca de medianoche. El kultrün calentado ya por la lamngen oficiante acercándolo a un kütral, para que su sonido sea el óptimo, las trutruka y los trompe van haciéndose oír y nos van llevando a conectar con nuestra interioridad, y con el espacio infinito, que se ve y se siente plagado de estrellas a pesar de la luminosidad de küyen.
Casi a medianoche nos disponemos en dos filas, adelante y atrás del rehue y de la papai que va conduciendo el llellipun con su kultrün, este pedido a los pillü, a los ngen de la naturaleza, a ngenechen, -el creador de todo- por los weichafe presos y en huelga de hambre, por el machi Celestino, encarcelado injustamente, pedimos también por todos nosotros, por la mapu ñuke, para tener newen y rakiduam en nuestras vidas.
Dos veces en cada dirección de los meli witran mapu pedimos, a viva voz, en mapuzungun, hablamos fuerte para que nos escuchen las energías que mueven todo lo existente. Como una letanía, una y otra vez, y el kultrün marcando todo el tiempo la rogativa y las trutuka dando los espacios entre los distintos movimientos.
Y a medida que vamos rotando desde el puel mapu hacia el pikün mapu, para continuar vueltos al lafken mapu finalizando con los ojos y los corazones hacia el willi mapu donde están los lamngen privados de su libertad, también el mapa cósmico va dando vueltas y la luna se va haciendo más luminosa y van apareciendo en el wenu mapu otras estrellas.
El término de esta primera rogativa la hacemos todos los participantes juntos mediante un purün de varias vueltas alrededor del rehue, así como de varios afafan, y nos vamos dispersando hacia las fogatas y las mantas para sentarnos a comer sopaipillas, tomar mates y conversar acerca de los temas que nos convocan mientras se va acostando a los pequeños que nos han acompañado hasta este momento.
Durante la noche conversamos, hacemos trawün para darnos a conocer entre todos, hacemos ayekan y así los pies se abrigan con el purün y los corazones se alegran de divertirnos juntos.
Al amanecer hacemos una segunda rogativa, esta vez pedimos con mayor intensidad por nuestros lamngen en huelga de hambre y por el machi Celestino. Algunos hermanos hablantes de mapuzungun se comunican con los espíritus de los hermanos presos, -de espíritu a espíritu, esto es un nutram pillü- para saber cómo están, para mandarles mucho newen en su cautiverio. Los demás acompañamos rogando para que estos pedidos se cumplan y también, para que nunca nos falte comida, vamos dándole cada uno de los que ahí estamos granitos de mote a la madre tierra, agüita, mudai y harina mientras repetimos los pedidos dos veces a cada uno de los puntos de la tierra.
Cuando estamos haciendo llellipun hacia el willi mapu, donde están nuestros amigos, una estrella fugaz, cae en cámara lenta, -como una respuesta a nuestros pedidos-, inmensa, luminosa y esperanzadora.
Continuamos bailando purun hasta que wüñulfe comienza a destellar entre los cerros. Al mismo tiempo küyen, ahora enrojecida, se va perdiendo en el poniente.
Volvemos a las mantas y los pellejos de animales a descansar algunos, a conversar otros, siempre con los mates pasando de mano en mano, comentando lo vivido, emocionados, silenciosos, cotejando los registros y los sentimientos compartidos.
Cuando ya el amanecer se impone con su luz clara, vamos guardando todo lo subido al cerro y vamos regresando por el sendero que nos llevó hasta la explanada, cruzando el río, apoyando a los pequeños, a las ñañas y a quien lo necesite para llegar abajo, a la entrada y despedirnos con afecto en el retorno de cada cual a sus hogares.
Glosario
Afafan: Grito mapuche para celebrar, dar fuerza. Ayekan: Diversión, con baile, con cantos, etc. Kultrün: Especie de tambor que usa para las ceremonias la machi o lamngen en cada caso. Kütral: Fuego, fogón Küyen: Luna Lafken mapu: Poniente Lamngen Hermana Llellipun: Rogativa Machi: Autoridad ancestral espiritual mapuche Mapu ñuke: Madre tierra Mudai; Bebida de maíz o trigo Newen: Fuerza, fortaleza Ngen: Dueños (que hay en la naturaleza) Ngenechen: El Creador de todo lo existente Ngillatue; Espacio sagrado alrededor del Rehue Ngillatün: Ceremonia de pedido, agradecimiento o/y sanación. Nutram pillü: Conversación entre espíritus Papai: F0rma respetuosa de tratar a mujer mayor Pikün mapu: Norte Pillü: Espíritu Puel mapu: Oriente Purün: Baile, puede ser ceremonial o de divertimento Rakiduam: Entendimiento Rehue: Árbol sacralizado o su símbolo para realizar ceremonias, la machi o un lamngen con sabiduría. Ruka: Casa Trawün: Reunión, de intercambio o de trabajo Weche wentru: Hombre joven Weichafe: Guerrero Wenu mapu: Tierra de arriba, el Cielo Willi mapu: Sur Winkül: Cerro Wüñulfe: Venus, el lucero del amanecer. Yiwüin kofke: Sopaipilla