Teherán y las potencias occidentales prepararán en su próxima ronda de negociaciones el borrador para un acuerdo definitivo en la disputa nuclear, aseguró hoy el ministro de Exteriores iraní, Mohamed Yawad Zarif.
Tras las conversaciones que concluyeron hoy, la próxima ronda de negociaciones entre Irán y el G5+1 (o sea, el grupo de los cinco países con armamento atómico reconocido, Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido, más Alemania) tendrá lugar el próximo 13 de mayo. «Todavía se necesita mucho trabajo para superar las diferencias que naturalmente existen en este punto del proceso», explicaron en un comunicado conjunto Zarif y la reponsable de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Catherine Asthon.
Un importante funcionario estadounidense advirtió en contra de creer que la solución definitiva está cerca o que será fácil alcanzarla. Sólo cuando se comience a trabajar en el borrador del texto se verá realmente si es posible lograr una solución amplia, agregó. Al G5+1 (los cinco países del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) le preocupa que Irán pueda emplear uranio enriquecido o plutonio para fabricar armas nucleares. Los líderes iraníes insisten en que sólo están interesados en energía nuclear y en sus aplicaciones científicas.
Medio acuerdo, hecho… pero solo medio
El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, dijo hoy en la televisión estatal que la no tienen por qué aceptar todas las exigencias de la comunidad internacional. La cooperación no tiene que significar que Irán renuncie a sus proyectos nucleares, dijo, y aseguró que ninguno de los logros nucleares del país se clausurarían y que nadie tiene derecho a negociar sobre su clausura, informó la agencia oficial de noticias del país Irna.
«Tenemos un acuerdo sobre el 50 o el 60 por ciento del borrador [final], pero todavían quedan cuestiones importantes», dijo Zarif a los periodistas. Irán y las seis potencias tienen que ponerse de acuerdo, entre otras cosas, sobre el futuro del reactor que produce plutonio en Arak. Además, un posible acuerdo petrolero entre Irán y Rusia podría suponer una traba a las negociaciones.
Rusia y Estados Unidos
Según medios rusos, Teherán y Moscú avanzan en conversaciones para que Irán exporte petróleo a Rusia por unos 20.000 millones de dólares (14.500 millones de euros). La energía nuclear liberaría las cantidades de crudo que Irán destina actualmente a producción eléctrica para su consumo interno. Si el acuerdo llegara a buen puerto podrían imponerse sanciones, afirmó el gobierno estadounidense.
«Las sanciones y las presiones no son por el programa nuclear sino porque –afirmaba Jamenei en su intervención televisiva– están en contra de la identidad independiente del pueblo iraní y de la república islámica de Irán, que nace de fe y creencia islámica”. «Ellos están en contra de las futuras perspectivas de este pueblo y este régimen», añadió el líder supremo, que enumeró los logros de sus científicos en materia atómica.