La fuerza motorizada de Caracas y de otras entidades del país salió este lunes. Su mensaje: la paz, la vida. Sus armas: el vehículo de dos ruedas, el tricolor nacional y globos blancos.
La alegría los acompañó durante el recorrido, desde Petare hasta Miraflores, y con ello las consignas e incluso la reproducción de la frase “Paz, no quiero guerra, queremos paz”, de la letra de la canción Paz, del grupo musical Chiky Salsa. Una y otra vez se oía entre los presentes.
A esta movilización se le unió la señora Gladys Fuentes, de 55 años de edad y quien levantó su familia con una vieja moto. Su oficio como mensajera prevaleció por 31 años. Ahora, desde hace 5 años, se dedica a prestar servicio como mototaxista en una coorperativa creada en Caricuao.
“Somos gente trabajadora. Los motorizados y las motorizadas, como yo, trabajamos para levantar nuestras familias. Somos gente trabajadora, de paz”, expresó Gladys, que acompañada por su hija, Yeiny Colorado, y por su nieto, dijeron “presente” a esta cita desde antes de las 10:00 de la mañana.
Gladys, como muchos de los presentes, levantaba con pasión su mano izquierda, como símbolo de compromiso con la continuación del legado de Hugo Chávez, de continuar con la Revolución Bolivariana y con la consolidación del socialismo. No sólo era Gladys, el mismo gesto se veía repetido en el resto de los motorizados.
El puño en alto también se dejaba ver, al paso de la fuerza motorizada, desde las ventanas de varios autos y de los altos edificios situados en zonas como La California, Los Ruices, La Candelaria, en los que algunos pensarían que la revolución no tiene espacio ganado.
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