El aprendizaje intencional conlleva indisolublemente a profundizar en el propio mundo interno, en las experiencias significativas e inspiradoras de apertura hacia lo espiritual, al descubrimiento de lo sagrado. En los más pequeños hay un menor nivel de autocensura, mientras que en los niños que ya recorrieron un camino en la escuela formal la imaginación queda acotada a los límites de una consigna cerrada. Para los más pequeños la conexión con seres espirituales es habitual, fluida y libre, mientras que cuando inician la escuela comienzan a cerrar esa vía.
Esas fueron algunas de las conclusiones que el equipo de Argentina de la Corriente Pedagógica Humanista Universalista (Copehu) presentó en el segundo Encuentro hacia una Educación Humanizadora en el Parque de Estudio y Reflexión Punta de Vacas (Mendoza, Argentina), que se realiza del 10 al 12 de enero. Durante la jornada se presentaron también las actividades de los equipos de la Copehu de Perú, Brasil y Chile, mediante audiovisuales y testimonios de los educadores que las impulsaron.
En Perú fue la primera vez que la Copehu llevó a cabo una experiencia en una escuela pública. En un establecimiento ubicado en el sur de Lima se realizó de agosto a diciembre una experiencia de “inducción” con niños de 6 a 11 años luego de una propuesta de la Dirección Regional de Educación de esa ciudad. El grupo presentaba mucha violencia y abandono afectivo, una situación muy hostil, dado que el sector pertenecía a un barrio caracterizado como de “alto riesgo”.
[media-credit name=»Equipos Copehu Argentina y Perú – Foto: Eduardo Celes» align=»aligncenter» width=»600″][/media-credit]
Se desarrollaron ocho sesiones de periodicidad semanal de cinco horas cada una con los niños, clases organizadas en tres bloques: de trabajo interno, de psicofísica y de auto-aprendizaje, en tanto que paralelamente realizaban talleres con educadores. “Se los habilitó en el desarrollo de la afectividad como herramienta de apertura hacia ellos mismos, del conjunto y como base del aprendizaje. Nos dimos cuenta de que hay que quererlos, esa era la puerta al contacto con ellos, había que abrirles el corazón”, contó Jaqueline Mera Alegría.
La experiencia tuvo muy buenos resultados dado que se constató que descendió progresivamente el nivel de violencia en el ámbito de la escuela, los estudiantes asistían con entusiasmo a cada clase y los directivos les propusieron continuar durante todo el próximo ciclo lectivo, con la posibilidad de que alcancen una proyección nacional. “Esto que hemos logrado es una consecuencia de muchas intenciones y miradas que se fueron sumando, por eso es muy importante agradecer realmente”, expresó Dorys Balvin Díaz.
En tanto que en Brasil el Parque de Estudio y Reflexión Caucaia cercano a San Pablo fue el espacio donde se llevaron a cabo encuentros con niños con actividades como danza, pintura, música, cuentos y trabajos con arcilla. “Tuvimos que sustentar una actitud de permanente atención y de saber que no teníamos todas las respuestas, porque eso tiene que ver con la educación tradicional. Unidad, permanente aprendizaje, soltura, trato amable con afecto y conexión, aprendizaje sin límites, fueron los ejes que nos orientaron”, relató Adriana Pucci. En tanto que Eugenia Pirolo contó que armaron la “comunidad de aprendizaje intencional con un equipo con diversas miradas. Estamos desarrollando otro modo de aprender, de pensar diferente para producir otro modo de aprender”.
[media-credit name=»Parque Punta de Vacas – Foto: Eduardo Celes» align=»aligncenter» width=»600″][/media-credit]
El equipo de Argentina comentó el “Aporte para una teoría y práctica del aprendizaje intencional”, que sirvió como aporte teórico para equipo de trabajo que impulsó encuentros con niños y jóvenes en los Parques de Estudio y Reflexión Carcaraña (Rosario), La Reja (Buenos Aires), Paravachasca (Córdoba) y Patagonia Norte (Neuquén) con actividades como prácticas psicofísicas, juegos, actividades para modelar la materia, experiencias guiadas y prácticas con aerófonos, entre otros. Analía Corradi, docente de expresión corporal, concluyó luego de participar de estos retiros que “esa fuerza intencional es parte de lo sagrado, ahí vamos habilitando espacios, propiciándolos en nosotros y en los otros”.
Este material teórico realiza un resumen de los elementos regresivos y progresivos de las ideas de Maturana, las teorías del aprendizaje en la pedagogía de Piaget, de Skinner, en la Pedagogía del Oprimido de Paulo Freire, la teoría del aprendizaje Socio-Cultural y la pedagogía Waldorf. Para luego describir el aprendizaje en el Paradigma Educativo Siloísta, a partir de la relación entre conciencia, intencionalidad y aprendizaje y del desarrollo de las cinco llaves del aprendizaje relacionadas con la atención, el buen humor, la afectividad, el ambiente y el diálogo generacional.
Durante toda la jornada del sábado se realizaron en el Encuentro distintos talleres: “Experimentando en la práctica la Pedagogía de la Intencionalidad” a cargo del profesor Mario Aguilar de Chile, con ejercicios que permitieron vivenciar conceptos de esta pedagogía; la mexicana Lourdes Cuellar presentó el taller denominado “Autonomía en el aprendizaje”, que trabaja a partir de experiencias propias del campo del aprender y del enseñar, buscando revisar el concepto de autonomía y los roles del maestro y el alumno. La pedagogía Gattegno se desarrolló en una mesa que profundizó sobre las condiciones de aprender sin miedo y sin límites.
Fueron más de 10 horas de intercambio, reflexión y estudio, que sintetizaron en una frase significativa: “Esta nueva concepción sobre el aprendizaje, puesta a disposición de las nuevas generaciones, prepara el camino de la Nación Humana Universal”.