En un país de millones de parados es una vergüenza que una empresa que acumula beneficios año tras año decida despedir a cientos de trabajadores. El ERE de Coca Cola pone de manifiesto que no es la crisis la que ha incrementado los despidos, sino la voracidad del capital, que ha conseguido acomodar toda la legislación laboral para su mejor provecho.
El éxito empresarial, reflejado en los millones de euros que esta empresa reparte cada año entre sus accionistas, no ha implicado la mejora o siquiera el mantenimiento de las condiciones de los trabajadores de la Coca Cola. Al contrario, los trabajadores son considerados como cosas, de las que se puede prescindir si con ello se consigue aumentar los beneficios empresariales. Es el trabajador-mercancía, que está sometido y puede ser desechado por el capital desvalorando el valor del trabajo humano, el riesgo que asumieron los trabajadores con largas trayectorias en la empresa, la experiencia adquirida y aportada en el proceso, etc.
Esto modelo cosificador se ha fortalecido durante el Gobierno de Rajoy mediante la implantación de la reforma laboral, que ha incrementado todas las facultades del poder empresarial en perjuicio de los trabajadores. Es urgente un cambio en la legislación que permita a los trabajadores participar en la gestión y en la toma de decisiones en las empresas, porque de otro modo, continuará el proceso de despidos masivos y la fuga de capital hacia la especulación financiera:
” La ganancia que no crea nuevas fuentes de trabajo, deriva hacia la especulación financiera. Por consiguiente, la lucha de los trabajadores ha de dirigirse a obligar al capital a su máximo rendimiento productivo. Pero esto no podrá implementarse a menos que la gestión y dirección sean compartidas. De otro modo, ¿cómo se podría evitar el despido masivo, el cierre y el vaciamiento empresarial? Porque el gran daño está en la subinversión, la quiebra fraudulenta, el endeudamiento forzado y la fuga del capital, no en las ganancias que se puedan obtener como consecuencia del aumento en la productividad” (Documento del Movimiento Humanista)
Estamos al lado de los trabajadores de Coca Cola y apoyaremos toda la presión e iniciativas que lleven a cabo para conseguir detener este atropello.