A pesar de que la administración española prevé castigar a los manifestantes con multas de miles de euros, el pueblo está convocando una gran marcha para el próximo 8 de febrero en demanda de la dimisión del presidente de Gobierno Mariano Rajoy y rodear el Palacio de la Moncloa, en la capital, Madrid.
“Convocamos una protesta indefinida para defender la dignidad del pueblo y que acabará cuando [Rajoy] presente su dimisión y convoque elecciones”, apostilla el texto del comunicado de la Coordinadora Rodea Moncloa, divulgado este domingo.

Según los promotores, el acto arrancará a las 12 horas en la Plaza de España, en condena de las “corrupciones” cometidas por el oficialista Partido Popular (PP) para llegar al poder, así como “incumplimiento” de compromisos electorales de Rajoy en las campañas pre electorales en 2011.

La convocatoria tiene como intención imitar la histórica Rodea el Congreso, protagonizada por decenas de miles de indignados en septiembre de 2012 para acceder a la Cámara Baja y provocar la caída del Parlamento.

Este anuncio se difunde en momentos en que el Consejo de Ministros da luz verde al polémico anteproyecto de Ley de Seguridad Ciudadana, según la cual prevé multas que oscilan entre 1.001 y 600.000 euros a los ciudadanos que insulten a un policía o se manifiesten sin autorización.