El 10 de diciembre se conmemoró el día de los Derechos Humanos, una fecha en que reaparecen casi a modo de fotocopias las imágenes con manos y palmas de diversos colores. Unas que se estrechan y hacen cadenas, otras que se alzan a modo de aunar fuerzas, inclusive unas que forman mundos, y así tantas que reafirman la idea de que para hacer por los derechos se necesita de muchas manos. ¿Qué pasó con las chilenas?
Después de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, son muchos los países en donde se han seguido violando los D.D.H.H, entre ellos Chile. Muchas de las personas que reflexionan en torno a este día, coinciden en la normalización de la transgresión de éstos y la poca garantía de la frase nunca más, “conmemorar cada año sólo sigue ahondando en la neutralidad que significa que en el mundo se violen los derechos de las personas”, dice Loreto Pizarro, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD).
Expertos y representantes de organizaciones relacionadas a los Derechos Humanos han compartido su reflexión respecto al estado nacional en esta materia.
Nunca más, verdad y justicia
Lorena Pizarro, reflexiona en torno al nunca más que se ha enarbolado desde hace tantos años en este país y en el mundo, pero que carne propia puede decir, “no ha sido real y no está asegurado”.
“Hoy día tenemos una inmensa mayoría de causas de violaciones a los derechos humanos de las cuales no conocemos la verdad, particularmente los casos de Detenidos Desaparecidos, que sin duda son la situación más dramática extensible en el tiempo.” Tan brutal, dice Loreto, que ni siquiera se puede decir cuántos desaparecidos y desaparecidas se han encontrado porque muchos fueron mal identificados en el Patio 29.
Somos un país que no tiene en el centro a los Derechos Humanos y ni siquiera ofrece educación respecto a ello, afirma la presidenta de AFDD. “Esa misma dictadura que violó los derechos humanos por 17 años nos sigue gobernando con la misma institucionalidad construida a través de violaciones a los D.D.HH. Esto sólo es la permanente violación de los derechos humanos en el país.”
“Al final, lo que queda en el centro es que aún nos falta, falta poner ese nunca más que significa verdad y justicia; esa verdad y justicia que significa educación en derechos humanos, construcción de memoria y reparo integral a las víctimas”, sentencia Pizarro.
Chilenos de primera y segunda categoría
Esta semana se espera que se tramite en el Congreso el controvertido Acuerdo de Vida en Pareja (AVP), la salida menos alarmante para la conservadora política nacional a la hora de tratar el tema de la diversidad sexual chilena. “Chile hasta hace muy poco tiene una ley antidiscriminación que a pesar de que es un paso básico y esencial para ayudar a erradicar la discriminación arbitraria en nuestro país, es una norma deficiente todavía”, sentencia el vocero de Movilh Oscar Rementeria, quien habla de profunda discriminación cultural en nuestro país.
Históricamente se ha considerado que los D.D.H.H tienen que ver con acciones políticas violentas que sufrieron algunas personas por militar en algún partido político o participar activamente de la política, explica Oscar para instaurar a Chile como un país demorado en la evolución de la comprensión hacia los derechos de la diversidad sexual. “Estos son aquellos Derechos Humanos que en Chile todavía son violentados tantos por instituciones públicas y privadas como producto de la falta de legislación”, afirma.
Si bien, efectivamente el proyecto de AVP está por tramitarse en el Senado y con ello se logrará una dura batalla por parte de muchas organizaciones, para Movilh al asunto aún le falta. Estos días sus integrantes han estado en conversaciones en torno a dos importantes consideraciones que por ahora el Acuerdo no considera, la tuición de los niños en caso de desgracia del padre biológico y la posibilidad de residencia temporal para aquellos extranjeros que hayan contraído AVP con algún chileno.
“La no posibilidad de contraer matrimonio en nuestro país genera ciudadanos de primera y segunda categoría y estos ciudadanos de segunda categoría que es la población de la diversidad sexual, evidentemente no tiene lo mismos derechos y por ende no se estaría aplicando la igualdad ante la ley, que es una premisa de los DD.HH hasta el día de hoy”, afirma Rementeria.
Materia Indígena: 20 años de atraso
Ayer fue la entrega del informe anual del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), documento que se encarga de monitorear el estado actual de los D.D.H.H en Chile. Pedro Cayuqueo, consejero consultivo del organismo, comparte sus impresiones en relación a nuestro actual estado en materia de pueblo indígenas.
Pedro Cayuqueo explica que actualmente en Chile lo que existe es un maltrato y una tortura persistente por parte de los organismos policiales y habla de “impunidad de abuso”. “Son numerosos los informes de organismos internacionales que han documentado los efectos que tiene la represión en los niños de comunidades indígenas, el Servicio de Salud Araucanía Norte hizo un estudio que demostró daños psicológicos y apremios físicos en los menores, junto con la utilización de leyes de excepción, como lo es la Ley antiterrorista, para la condena de niños mapuche involucrados en actos de protestas social”.
El atraso de Chile en materia de reconocimiento de pueblos indígenas es vergonzoso y así lo grafica el consejero del INDH a través de las mismas propuestas de las autoridades de gobierno y actuales candidatas presidenciales. “Los principales ofrecimientos de campaña tienen que ver con demandas que ya existían hace más de veinte años. Hoy se está hablando de reconocer a los pueblos indígenas en la Carta Magna, cuando eso sucedió en los años 90 en muchos otros países, se está planteando un ministerio que vea los asuntos indígenas y eso ya existe en gran parte de Latinoamérica desde los años 90, se propone un reconocimiento a la multiculturalidad, una etapa superada en gran parte de nuestro continente”.
En el informe entregado ayer por el INDH plantea respecto a los pueblos indígenas, el avance hacia un debate que ponga en discusión su derecho a autonomía y autogobierno. “Las otras son medidas que se debieron haber tomado hace años, pero que no significan ningún avance más que ponerse al día con algo que se debió haber hecho hace 20 años”, puntualiza Pedro Cayuqueo.
Las dos principales conclusiones que se recogieron en el informe fueron, por un lado el fortalecimiento de una institucionalidad que garantice el resguardo de los derechos de la ciudadanía chilena, y por el otro un mayor monitoreo respecto a la fiscalización del actuar policial, partiendo por un procedimiento más estricto.
Por María Jesús Ibáñez C.