El canciller Ricardo Patiño instó a las juventudes del mundo a apoyar la lucha de Ecuador contra la transnacional petrolera Chevrón – Texaco, que contaminó la Amazonía ecuatoriana durante 26 años, entre 1964 y 1990, en el marco de XVIII Festival Mundial de la Juventud, que se realiza en la capital ecuatoriana.
“Ecuador no va a rendirse en su lucha por el caso Chevron. Nosotros queremos que vengan al país y constaten la contaminación en la Amazonía. La lucha mundial es importante para destacar la soberanía y dignidad de los países ante las grandes transnacionales y sabemos que podemos contar con su apoyo y solidaridad”, dijo.
Patiño abogó por el respaldo internacional y solicitó que se conformen comités de solidaridad, que puedan exponer en las diferentes latitudes el desastre que ocasionó la petrolera en el país suramericano.
Asimismo, el canciller ecuatoriano destacó las políticas de dignidad y soberanía que impulsa Ecuador. En este sentido, resaltó que el país marcó un hito al proponer una auditoría de su deuda externa y plantear una renegociación exitosa, con lo que alcanzó una importante inversión social en beneficio popular.
“Otro elemento importante que impulsó el Ecuador es la soberanía sobre sus recursos naturales. Cuando empezó nuestro gobierno iniciamos una renegociación de contratos petroleros en beneficio del pueblo ecuatoriano”, añadió Patiño.
El Canciller explicó que Ecuador apuesta por un nivel de desarrollo centrado en acuerdos comerciales para el desarrollo y alejados de los Tratados de Libre Comercio (TLC). “Estamos convencidos que hay que promover otro tipo de acuerdo comercial, distinto a los TLC para impulsar el desarrollo. El país avanza hacia una inserción estratégica con el mundo, mediante la diversificación de sus relaciones”, sostuvo.
Desde el pasado sábado unos 10.000 jóvenes de todo el mundo se reúnen en Quito para celebrar la edición 18 del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, donde debaten temas políticos en torno a la lucha contra el imperialismo y su preparación para tomar el control de la política mundial.