El centro de la capital italiana, Roma, ha sido escenario de violentos enfrentamientos entre las fuerzas de la policía y los manifestantes que mostraban su descontento ante el proyecto de la construcción de la línea de alta velocidad Turín-Lyón.
Las protestas han tenido lugar este miércoles, mientras que se celebraba una cumbre italo-francesa presidida por el primer ministro de Italia, Enrico Letta, y el jefe del Estado francés, François Hollande.

El suceso se ha registrado en una calle estrecha, cerca de la embajada del país galo, en el centro de la capital, donde la Policía ha intentado dispersar a los indignados que a su vez lanzaban bombas de humo.

La reunión bilateral entre el premier italiano y el mandatario francés sirvió como un pretexto para reactivar una protesta que tiene más de 20 años.

Los manifestantes del grupo ‘No TAV’ trataron de romper el cerco oficial que estaba de guardia en la zona de la Embajada de Francia en Roma, donde se llevó a cabo la reunión entre los dos líderes.

Según fuentes locales, casi 600 manifestantes participaron en los enfrentamientos.

El Gobierno italiano dice que la línea de ferrocarril, que reducirá aproximadamente a la mitad el tiempo de viaje entre París y Milán, -a cuatro horas-, es de vital importancia para fortalecer los vínculos de transporte entre Italia y el resto del continente.

Sin embargo, los opositores al plan se preocupan por su impacto medioambiental y la cuestión de si Italia debería gastar miles de millones en un proyecto a gran escala, cuando ese dinero podría ser asignado a ayudar a las familias que luchan contra una recesión que ya dura más de dos años.