Cinco mil rollos de papel higiénico fueron arrojados contra el edificio del Congreso Nacional el viernes pasado.

Diez mil vehículos colmaron esta noche la Av. Costanera de la ciudad de Asunción. La “caravana contra la impunidad”, fue convocada mediante las redes sociales en Internet y concluyó frente al Congreso Nacional. Otras marchas ciudadanas tuvieron lugar en el interior del país.

Los manifestantes exigieron la aprobación de una Ley que establezca un tope de sueldos para funcionarios públicos en diez salarios mínimos, para destinar el dinero ahorrado a educación, salud, vivienda, reforma agraria, infraestructura y creación de fuentes de trabajo, que favorezca a los sectores más vulnerables de la población; la aprobación de una Ley de acceso a la información pública que garantice la transparencia en la administración; la modificación del Código Electoral para habilitar candidaturas uninominales a los cargos electivos del Congreso. Pidieron también la no suba del pasaje del transporte público y la renuncia y procesamiento de las autoridades nacionales de los tres poderes del Estado involucradas en tráfico de influencias y nepotismo.

La indignación de los ciudadanos paraguayos empezó a crecer el pasado jueves, cuando 23 representantes de la cámara alta del Congreso votaron contra el desafuero y evitaron el juzgamiento del Senador Víctor Bogado, acusado de nepotismo y tráfico de influencias. “El grupo de los 23” empezó a recibir expresiones de rechazo por parte de restaurantes y otros comercios de la capital paraguaya, que comunicaron su negativa a atenderlos y, en algunos casos, los expulsaron de sus locales, en episodios acompañados por todos los presentes.

Espontáneamente fueron organizadas campañas de repudio: entre otras acciones ciudadanas no violentas los Senadores Víctor Bogado y Enrique Bacheta fueron duramente criticados cuando se retiraban del sepelio de la madre de la Senadora Mirtha Gusinsky; una asociación ciudadana lanzó “el premio al mejor escrache”, invitando a compartir el registro audiovisual de dicho momento de fervor popular; la etiqueta #info23 en twitter informa cuando uno de los 23 Senadores es visto en público, facilitando a los interesados acercarse a expresar su opinión; una aplicación para teléfonos celulares ayuda a identificar el rostro de los Representantes cuestionados. El 15 de noviembre pasado, la marcha #15Npy convocó a 5 mil manifestantes que arrojaron rollos de papel higiénico al edificio del Congreso Nacional.

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Manifestantes caracterizan al Senador Bogado y a su “niñera”, quien recibía indebidamente un altísimo pago del dinero público  Foto: Julio Callizo.

Paralelamente, las organizaciones campesinas marcharon en el interior del país para exigir la definición de políticas de reforma agraria y para denunciar el envenenamiento masivo de las fuentes de agua y de los poblados rurales, que es consecuencia del modelo de explotación extensivo en la agricultura (sobretodo para productos como la soja y el trigo); y que expulsa a los campesinos de sus comunidades a medida que se expande la frontera agrícola. Una de las manifestaciones de mayor convocatoria fue la que tuvo lugar el lunes en Curuguaty, distrito donde hace 15 meses ocurrió la masacre que, si bien aún hoy no ha sido suficientemente aclarada, fue uno de los puntos centrales del libelo acusatorio del Senado contra Fernando Lugo, para destituirlo de la Presidencia del país.