La nueva especie pertenece al grupo de los carchadorontosaurios –dinosaurios carnívoros–, al igual que la mayoría de los dinosaurios depredadores de gran tamaño conocidos.
Su nombre Siat hace referencia al monstruo devorador de hombres de una leyenda de los indios norteamericanos ute, una tribu cuya lengua está emparentada con la de los aztecas.
Vivió en el Cretácico superior y toma el tercer lugar en el podio de especies más grandes jamás descubiertas en América del Norte.
Lindsay Zanno, del museo de ciencias naturales de Carolina del Norte y Peter Makovicky, del museo Field de Historia Natural de Chicago han explicado que el fósil de Siats pertenece a un individuo de más de 9 metros de altura y por lo menos cuatro toneladas de peso.
A pesar del tamaño del ejemplar, se trata de un individuo joven, según revela su osamenta. Los paleontólogos piensan sin embargo que no alcanzaba el tamaño del Tiranosaurus rex, el más grande de todos, que apareció 30 millones de años más tarde y era el doble de grande.
El primer carchadorontosaurio norteamericano, Acrocanthosaurus atokensis, había sido descubierto en 1950.
Según los científicos, el Siats sembraba el terror en el territorio actualmente correspondiente al estado de Utah. Hasta ahora se ignoraba quién era el primer depredador de América del Norte en ese período.
En la época en que vivía el Siats, el paisaje abundaba en vegetales y estaba poblado de dinosaurios herbívoros, tortugas, cocodrilos y otros depredadores como los primeros tiranosaurios.
“Los carcadorontosaurios reinaron durante más tiempo en América del Norte de lo que nosotros pensábamos”, ha destacado Lindsay Zanno. De hecho, Siats llena un espacio de más de 30 millones de años en el registro de los fósiles, un período durante el cual el rol de depredador principal pasó de los carcadorontosaurios del Cretáceo inferior a los tiranosaurios posteriores.
Siats habría impedido a los pequeños tiranosaurios establecerse en el vértice de la cadena alimenticia. Fue solo tras su desaparición que los tiranosaurios pudieron evolucionar para convertirse en enormes depredadores.