Bajo el título de “Aborto legal, libre, seguro y gratuito. Un asunto de derechos humanos” se desarrolló en la capital chilena un seminario latinoamericano los días 26 y 27 de septiembre, organizado por la Escuela de Salud Pública Doctor Salvador Allende, de la Universidad de Chile, y las organizaciones Articulación feminista por el derecho a decidir y Movimiento por el aborto libre.
A propósito del día por la despenalización del aborto en Latinoamérica y el Caribe, el 28 de septiembre, en la cita se trató acerca de la situación del aborto inseguro en Chile, experiencias para la promoción del aborto seguro y activismo desde la sociedad civil por la despenalización de esta práctica en Argentina, Venezuela y Uruguay, país en el que recientemente se legalizó este derecho.
El programa incluyó un taller sobre el uso del misoprostol, medicamento que es utilizado para interrumpir embarazos y acerca del cual se entrega información en la Línea Aborto Chile, si bien la adquisición de estas pastillas continúa siendo ilegal en el país.
En Chile todo tipo de aborto es ilegal, desde que en 1989 -al final de la dictadura de Augusto Pinochet, que comenzó en 1973- se derogó el derecho al aborto terapéutico que era legal desde 1936. Este tipo de restricción total frente al derecho a las interrupciones de embarazos no deseados solo es semejante en Latinoamérica en cinco países, además de Chile: Nicaragua, El Salvador, Honduras, República Dominicana y Haití.
Tras el fin de la dictadura se han propuesto proyectos de ley para permitir el aborto terapeútico, que incluye las salvedades de riesgo de vida de la madre, inviabilidad del feto una vez fuera del vientre materno, o violación; sin embargo, ni siquiera se ha logrado llegar a instancias en las que el debate pueda abrirse al interior del parlamento.
El movimiento de mujeres y feminista chileno ha exigido derecho al aborto por decisión libre de las mujeres desde la pasada década del treinta, en particular el Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena (Memch), la organización más influyente y reconocida en este tema. El derecho al aborto resurgió en la escena pública cuando, en julio de este año, salió en la prensa el caso de una niña de 11 años que estaba embarazada tras violaciones reiteradas por parte de la pareja de su madre.
El presidente Sebastián Piñera, de la coalición derechista, señaló públicamente ante la noticia que admiraba la madurez de la niña y que se le daría toda la ayuda necesaria para que el embarazo llegara a término sin riesgos para la salud de la infante. El Movimiento por el Aborto Libre, que agrupa a diversas organizaciones feministas, organizó entonces una marcha inéditamente multitudinaria para esta reivindicación, que aunó a unas 8.000 personas y terminó irrumpiendo en una misa en la catedral católica.
En gran número de medios de prensa se hicieron eco del hecho, que fue defendido por quienes estuvieron ahí como un llamado a la iglesia a dejar de entrometerse en los cuerpos de las mujeres.
Por SEMlac
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