Por Alina Rosas Duarte / @ARD3_0
“Sembremos esperanza, hagamos milpa”, señaló Carlos Ventura el día de hoy en conmemoración, por el quinto año consecutivo, del día nacional del maíz.
Con una gran cabeza multicolor de Quetzalcóatl hecha de cartón, con cañas de maíz, con papalotes y disfraces aludiendo a la planta, decenas de defensores del cultivo de maíz y en contra de las empresas que manejan semillas transgénicas se dieron cita en el Monumento a la madre sobre las avenidas Insurgentes y Reforma para celebrar el día.
En un comunicado, varias organizaciones sociales manifestaron que “la campaña nacional ‘sin maíz no hay país’ junto con el ‘carnaval del maíz hacemos milpa’, llamamos a poner a México en nuestras botas, a sembrar paz y exigimos nuestro derecho humano a una alimentación sana, adecuada y de calidad”.
“El campo agoniza y no por causa de sus campesinos y campesinas, sino porque los poderosos les despojan sus pertenencias y posibilidad de seguir sembrando su tierra y [los obligan] a seguir migrando en pésimas condiciones”, mencionó el integrante del Centro Fray Francisco de Vitoria.
Por su parte, Ana Berenice de la Cruz, invitó a “hacer milpa y dejar sembrar nuestras semillas”.
“En este día del maíz, nos oponemos a la siembra de cultivos transgénicos y, en particular, a la del maíz transgénico, sean en la fase que sean”, declaró.
Por su parte, no sólo organizaciones, sino campesinos y productores del sur del Distrito Federal, específicamente de Xochimilco y Milpa Alta, tomaron la palabra.
“Ahora que vuelve el famoso PRI, vuelven a resucitar todos sus proyectos que traía Salinas de Gortari, ahora todas las tierras se las dan a todos las empresas internacionales que nos están acaparando nuestras tierras, y nuevamente se va contra las chinampas de Xochimilco”, dijo con lágrimas en los ojos Doña Amelia, quien desde joven cultivó maíz en las chinampas xochimilcas. Hoy a sus más de 70 años, sigue defendiendo su cultivo.
Las organizaciones presentes hicieron énfasis en las intenciones de las empresas transnacionales en el país, “quieren que desaparezca como alimento y que se siembre sólo para la industria como biorreactor para producir plásticos, combustibles y medicamentos”, denunciaron.
Luego de “festejar” como los asistentes mencionaban, decidieron partir hacia el Monumento a la Revolución en donde más defensores de la llamada “planta fundadora” los esperaban para seguir con la difusión de la situación por la que atraviesa el cultivo en el país.