Los manifestantes egipcios siguen con sus demandas y piden el regreso al poder del destituido presidente Mursi, que fue derrocado por el Ejército a principios de julio.
Además, los partidarios de la Hermandad Musulmana han repudiado la represión del Ejército egipcio contra los simpatizantes de este grupo.
Egipto vive graves tensiones sociales desde el pasado 3 de julio cuando el Ejército egipcio depuso a Mursi, tras solo un año en el poder, y nombró al presidente del Tribunal Constitucional Supremo del país, Adli Mansur, mandatario interino.
Desde entonces, el país árabe se ha dividido entre partidarios y opositores de Mursi.
Después de la destitución de Mursi, las fuerzas del Ejército han lanzado una sangrienta represión contra sus partidarios y han arrestado a más de 2 000 miembros de su partido, por incitación o participación en la violencia que se ha desatado en el país norteafricano.