Un juez ha paralizado provisionalmente la privatización de la sanidad pública madrileña. Ante esta situación CAS Madrid y Plataforma Matusalén han lanzando un comunicado, que transcribimos literalmente.
«Sobre la suspensión cautelar de la privatización sanitaria madrileña, llevada a cabo por el Juzgado nº 4 de lo Contencioso-Administrativo, consideramos muy positiva la suspensión cautelar del proceso de privatización de la asistencia sanitaria (lo único que quedaba público) de 6 hospitales madrileños, privatizados desde 2005 a través del modelo concesión de obra pública-PFI (Aranjuez, Arganda, Coslada, Parla, San Sebastián de los Reyes y Vallecas).
No obstante la alegría que nos causa la noticia, hacemos un llamamiento a población y profesionales del sector a continuar la lucha, ya que el proceso de privatización, puesto en marcha desde 2004 por el PP en la Comunidad de Madrid, sigue aún su curso, así como el resto de medidas incluidas en el Plan de Sostenibilidad (gestión privada de la atención primaria, privatización de los “servicios no sanitarios”….).
Este importante avance no debe hacernos olvidar que es absolutamente imprescindible seguir luchando para la vuelta a manos públicas de todo lo privatizado hasta la fecha, ya que se ha demostrado que la gestión privada de la sanidad, ni es más barata, ni proporciona mejores resultados en cuanto a calidad (muy al contrario); así como para paralizar otras medidas destinadas a trasferir dinero público a empresas privadas:
– Hospitales modelo PPP -100% privados- (Valdemoro, Torrejón, Móstoles), así como el PFI de Puerta de Hierro-Majadahonda, y el concierto “singular” de la Fundación Jiménez Díaz.
– Laboratorio Central de Referencia de San Sebastián de los Reyes.
– Servicios “no sanitarios” (limpieza, lavandería, esterilización……) vitales para garantizar una asistencia sanitaria de calidad.
– Call center (servicio privado de citaciones).
– Sistemas informáticos sanitarios.
– Unidad técnica de control (que debería de “controlar” la disponibilidad de los hospitales privatizados).
– Conciertos privados, autentico cáncer para el sistema público, ya que se están incrementando brutalmente año tras año mientras se infrautilizan y vacían los centros públicos.
– Salud mental comunitaria, en proceso de desmantelamiento.
– Cierre de centros hospitalarios (Pabellón 8 e Instituto de Cardiología).
– Cierre de camas y servicios, y reducción –despidos y precarización- de plantillas.
Por último queremos llamar la atención sobre las propuestas de “participación de los profesionales” en la gestión, a través de la denominada “gestión clínica”, apoyada por ciertos sindicatos y asociaciones profesionales, y que no es más que otra forma de introducir los mecanismos del mercado en el ámbito de la sanidad pública para hacer negocio con ella».