Entramos en el Metro de Madrid y nos encontramos con un video que anuncia la celebración en esta ciudad del Día Internacional de la No Violencia.
Esto nos recuerda que los humanistas de todo el mundo celebran el 2 de octubre, en defensa de un principio fundamental que está en la base de su metodología de acción: la no violencia activa. Ello implica la no colaboración y denuncia de todo tipo de violencia: física, económica, religiosa, sexual, generacional, sicológica, etc.
Durante décadas la no violencia fue defendida por minorías, entre las que los humanistas cumplieron un papel fundamental, pese a que fueron vilipendiados en muchos casos por sectores de todo signo. Hoy la situación es muy diferente. Movimientos sociales de base han incorporado desde su nacimiento este modo de hacer y de relacionarse y, poco a poco, la situación va cambiando. Es cierto que la derecha y la izquierda tradicionales siguen justificando la violencia pero también es cierto que, cada día más, es la violencia la que necesita ser justificada. Esto unos años atrás era impensable.
Para los humanistas de todo el mundo, éste es un motivo de alegría y celebración pero no pueden olvidar que, al tiempo que la no violencia está cada día más presente en el hacer social y personal, la violencia más grosera en cualquiera de sus formas se enseñorea por todo el planeta, como indicador además de la defensa del propio sistema violento ante los cambios que exige la población en diferentes países de distintos continentes. Es por ello que, durante la celebración de este 2 de octubre, se denunciarán situaciones muy diversas que están generando cada día más dolor y sufrimiento en millones de personas.
El origen de esta conmemoración está en el natalicio de Mahatma Ghandi, cuya figura junto a Luther King, son reconocidas en este tema como antecesores de Silo. Mario Rodríguez Cobos, conocido internacionalmente por el seudónimo de Silo, no sólo mostró una actitud personal no violenta durante toda su vida sino que hizo todo un desarrollo doctrinario e ideológico basados en la misma, al tiempo que precisó herramientas de conducta que facilitan esta metodología de acción.
Impulsor del Humanismo Universalista o Nuevo Humanismo, Silo concretó este ideario a través de los organismos generados desde el Movimiento Humanista, del cual fue fundador, y en El Mensaje de Silo, su obra espiritual.
En más de cien países de los cinco continentes, tendrán lugar estas celebraciones.