Por Natalia Antezana Bosques / @Natalia3_0
La tarde del viernes, miles de manifestantes se sumaron a las protestas a favor del presidente depuesto Mohamed Mursi, en El Cairo. El saldo fue de dos oficiales heridos después de los enfrentamientos que se suscitaron entre las fuerzas del orden y los manifestantes.
Fuerzas del orden lanzaron gases lacrimógenos a los miembros de la Hermandad Musulmana luego de que algunos intentaran entrar a un complejo de edificios donde se encuentran algunos canales de televisión.
“La policía disparó granadas lacrimógenas hacia los manifestantes contra el golpe de Estado que desfilaban pacíficamente en cuanto llegaron ante Media Production City”, señaló la organización política de los Hermanos Musulmanes, Partido de la Justicia y la Libertad (FJP).
Por su parte, un mando de seguridad justificó el uso de los gases lacrimógenos para dispersar a la manifestación, puesto que señaló que los manifestantes intentaron atacar el complejo, según la agencia de noticias AFP.
Según información de la agencia teleSur, dicho enfrentamiento provocó temor ante el posible surgimiento de actos violentos, puesto que desde el golpe de Estado, el pasado 3 de julio, se ha cobrado la vida de 250 personas.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, señaló que cada año Washington entrega unos mil 300 millones de dólares al ejército egipcio y añadió que los militares que depusieron al ex presidente, elegido democráticamente, han “restablecido la democracia”.
“Millones y millones de personas pidieron al ejército que interviniera. Todos tenían miedo de hundirse en el caos y la violencia […] No tomaron el poder […] para conducir el país, hay un gobierno civil. En realidad, restablecieron la democracia”, señaló Kerry.
Ante dichas declaraciones, los Hermanos Musulmanes acusaron a Washington de ser “cómplice” del golpe de Estado y de apoyar a la “dictadura” en su país.