Luego de una serie de consultas con representantes patronales y sindicales, el primer ministro socialista francés, Jean-Marc Ayrault, anunció que se ampliarán gradualmente los años de aportes necesarios (de 41,5 a 43 años en 2035) para acceder a la jubilación mínima.
A pesar de que el primer ministro prometió a los sindicatos que la edad necesaria para jubilarse seguirá siendo de 62 años al menos hasta el 2020, el anuncio promete incrementar el descontento social, y de hecho cuatro centrales sindicales convocaron a manifestar en todo el país el 10 de septiembre contra el proyecto.
De las reuniones en busca de consenso participaron los ocho sindicatos franceses y las tres organizaciones patronales.
La base de la propuesta, que el premier presentará ante el Consejo de ministros del 18 de septiembre próximo, contempla un incremento de 0,3% en las cargas a pagar por empresas y trabajadores en los próximos cuatro años.
El gobierno socialista del presidente François Hollande, que posee mayoría en ambas Cámaras, espera lograr en los próximos meses la aprobación de la tercera reforma al sistema de pensiones en 10 años.
La reforma es una exigencia de la Comisión Europea, al advertir que sin cambios el sistema generará un déficit anual de 20.000 millones de euros en 2020.
Pero además de la reforma jubilatoria, el Ejecutivo socialista se apresta a aprobar importantes leyes antes de fin de año.
Según reconocieron varios ministros, el gobierno va a instaurar nuevos impuestos por 6.000 millones de euros, que serían anunciados a fines de octubre cuando se debata el riguroso presupuesto 2014.
El presupuesto 2014 incluirá recortes presupuestarios ministeriales y regionales por 20.000 millones de euros.
A pesar de los reiterados ajustes y las reformas promovidas por el socialista Hollande, Francia sigue con su economía estancada.
Entretanto, esta tarde el ministerio de Trabajo anunció que el desempleo creció nuevamente en julio para alcanzar el 10,4%.