Funcionarios de la Casa Blanca aseguraron que duraría tres días y que sería un «mensaje de advertencia» al presidente Al Assad. Advierten que podría desencadenarse «la peor guerra en Medio Oriente».
Siria, por su parte, prometió que se defenderá con «todos los medios a su disposición» y desafió a sus acusadores a presentar pruebas de que utilizó armas químicas, mientras que Rusia, su más poderoso aliado, advirtió que el uso de la fuerza contra Siria tendrá «consecuencias catastróficas» para Medio Oriente.
«Tienen una historia de mentiras…Irak», dijo el canciller sirio en Damasco, un día después de que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dijera que hay evidencia «innegable» de que las fuerzas de Al Assad estuvieron detrás de ataques con químicos y que el presidente Barack Obama prepara una respuesta.
Con el creciente sonido de los tambores de guerra, los mercados cayeron alrededor del globo y los precios internacionales del petróleo se dispararon a su mayor nivel en seis meses.
En declaraciones a la cadena BBC, el secretario de Defensa estadounidense, Chuk Hagel, dijo que el Ejército está preparado a actuar apenas reciba la orden de Obama, insinuando que se acometerá el ataque sin el necesario aval de la ONU, como en el caso de la invasión de Irak de 2003.
«Estamos preparados. Hemos desplazado recursos a la zona para ser capaces de responder y cumplir con cualquier opción que el presidente desee adoptar», dijo Hagel.
«Estamos listos», agregó en declaraciones en Brunei.
En Estados Unidos, más tarde, el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que Obama aún no tomó una decisión sobre Siria y que examina la «respuesta adecuada».
El diario The Washington Post citó a funcionarios del gobierno que dijeron que la acción más probable consistirá en ataques con misiles o con aviones bombarderos contra blancos militares no vinculados directamente con los arsenales de armas químicas que se cree que posee Siria.
La cadena NBC, por su parte, afirmó que los ataques podrían comenzar «tan pronto como el jueves» próximo.
Alrededor del mundo, el apoyo internacional a un eventual ataque contra Siria ganó hoy más terreno, con la Liga Arabe respaldando los llamados a una acción punitiva y acusando al gobierno de Al Assad del ataque con armas químicas denunciado por la oposición siria el miércoles pasado cerca de Damasco.
En París, el presidente francés, Francois Hollande, dijo hoy que su país está «listo para castigar» a los que cometieron el presunto ataque en la zona de Ghouta Oriental, que según Médicos Sin Fronteras dejó al menos 355 muertos y cientos de heridos.
El gobierno sirio negó vehementemente las imputaciones y acusó a los insurgentes.
Hollande también dijo que Francia «incrementará el apoyo militar» a la Coalición Nacional Siria (CNFROS), la principal alianza opositora siria, informó la agencia de noticias EFE.
El Reino Unido, en tanto, dijo que sus Fuerzas Armadas empezaron a elaborar «planes de contingencia» para una acción en Siria, mientras que el primer ministro, David Cameron, convocó de urgencia al Parlamento -que estaba de receso por las vacaciones de verano- para debatir la cuestión el próximo jueves.
Turquía, el único país musulmán miembro de la OTAN, dijo ayer que se sumará a una coalición militar contra Siria incluso si el Consejo de Seguridad de la ONU no llega a un consenso.
El presidente ruso, Vladimir Putin, que bloqueó varias veces en el Consejo de Seguridad iniciativas contra Siria por la guerra en el país, dijo ayer a Cameron que no hay pruebas de que Al Assad haya usado armas químicas, informó la oficina del premier.
El canciller ruso, Sergei Lavrov, dijo hoy que Moscú no se implicará en ningún conflicto militar y advirtió que un ataque a Siria tendrá «consecuencias catastróficas» para el volátil Medio Oriente, que está dividido por el conflicto.
Se cree que las fuerzas de Al Assad reciben apoyo de Irán, y el movimiento chiita libanés Hezbollah ya confirmó su participación en la guerra en Siria en apoyo al gobierno. Desde hace meses se da por sentado que Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Arabes Unidos suministran armas a los insurgentes.
En Jordania, comandantes militares de diez países occidentales y musulmanes se reunieron hoy por segundo y último día para discutir el impacto regional de la guerra en Siria, informaron funcionarios jordanos, sin dar detalles del encuentro a puertas cerradas.
El canciller saudita, príncipe Saud al-Faisal, dijo que «la situación pide una actitud firme y seria para poner fin a la tragedia humana del pueblo sirio».
En El cairo, en tanto, los representantes permanentes de la Liga Arabe afirmaron hoy que el gobierno de Al Assad tiene la «entera responsabilidad» por los ataques del 21 de agosto en Ghouta.
Además, un vocero de la Coalición Nacional Siria, Ahmad Ramadan, aseguró que los países occidentales confirmaron una «inminente» intervención en el país árabe y dijo que ya hubo reuniones en las que se discutieron posibles blancos de los ataques.
Estos incluirían aeropuertos, bases militares y arsenales, dijo.
En Damasco, en conferencia de prensa, el canciller sirio, Walid Al Moallem, dijo que Siria se defenderá de cualquier agresión.
«Tenemos dos opciones: o nos rendimos o nos defendemos con todos los medios a nuestra disposición. La segunda opción es la mejor: nos defenderemos», señaló.
Al Moallem dijo que Siria tiene capacidades para «sorprender» al mundo y advirtió que cualquier acción militar contra el país servirá a los intereses de Israel y de Al Qaeda, la red islamista, que está vinculada con algunos de los grupos mejor organizados de la oposición armada siria.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió una seria represalia si su país fuera atacado.
«El Estado de Israel está preparado para cualquier escenario», declaró, luego de mantener consultas sobre la crisis.
«No somos parte de la guerra civil en Siria, pero si detectamos cualquier intento de dañarnos, reaccionaremos, y con fiereza».
En tanto, un equipo de expertos de la ONU pospuso hoy una nueva visita al lugar del presunto ataque cerca de damasco.
Los especialistas tenían prevista una segunda visita, pero al Moallem dijo que la misión se canceló porque los insurgentes no garantizan la seguridad de los expertos, lo cual fue confirmado por la ONU.
El equipo de Naciones Unidas fue atacado ayer a tiros por francotiradores cerca de la zona, pero se las arregló para llegar y entrevistarse con doctores y víctimas.