El gobierno de Estados Unidos pidió que el soldado Bradley Manning sea condenado a 60 años de prisión por sus filtraciones a Wikileaks antes de que la juez prepare la sentencia, que podría conocerse antes de que termine la semana.
Manning, que fue hallado culpable de 20 cargos, entre ellos violación de la ley de espionaje y robo de información, pero fue absuelto de «ayuda al enemigo», asistió hoy a los alegatos finales de las partes en su juicio ante una corte militar.
La Fiscalía, que representa al gobierno estadounidense, pidió una condena de 60 años, inferior al máximo de 90 años que había fijado la juez militar Denise Lind, porque, según explicó, Manning «se merece pasar la mayor parte del resto de su vida bajo custodia».
Para el representante de la Fiscalía, el capitán Joe Morrow, los crímenes cometidos por Manning son «muy serios», al haber mostrado «desprecio extremo» por los intereses de la seguridad nacional de Estados Unidos y filtrar más de 700.000 documentos clasificados a Wikileaks, la plataforma de Julian Assange.
Asimismo, consideró que el soldado de 25 años decidió conciente y repetidamente abusar de la confianza puesta en él por las Fuerzas Armadas durante su despliegue en Irak como analista de inteligencia, entre finales de octubre de 2009 y mayo de 2010, cuando fue detenido.
La acusación pide también que Manning sea expulsado del Ejército estadounidense con deshonor y pague una multa de 100.000 dólares, por el daño económico de sus revelaciones.
Morrow rechazó los argumentos de la defensa de que la cadena de mando militar ignoró las advertencias sobre los problemas psicológicos de Manning y no le retiró el acceso privilegiado a bases de datos del Pentágono y el Departamento de Estado.
Según la Fiscalía, Manning tenía una «agenda» y era un «topo con determinación» destructiva y con el ánimo de un traidor a su patria y no un joven que quería promover un debate sobre los crímenes cometidos por Estados Unidos en la guerra.
Por su parte, el abogado defensor de Manning, David Coombs, consideró que la pena al soldado no debería exceder los 25 años.
En su opinión, Manning es un «humanista», cuyo «mayor crimen ha sido preocuparse por las pérdidas de vidas de las que era testigo», según la transcripción que realiza una organización por la libertad de prensa desde el tribunal de Fort Meade, en Maryland, donde se lleva adelante el proceso.
Además, dijo que Manning merece una segunda oportunidad para redimirse y para recuperar el tiempo perdido por unas filtraciones que hizo siendo un «iluso» que pensaba que sus filtraciones pondrían fin a las guerras de Irak y Afganistán y levantarían «la cortina de humo de las guerras».
El abogado defensor se mostró sorprendido de que en su alegato final tuviera que responder a una petición de prisión superior a los 40 años y de hecho la declaración que había preparado estaba basada en una petición de no más de cuatro décadas.
Mañana, la juez Lind comenzará a deliberar y podría tener lista la sentencia en pocas horas, aunque debido a la necesidad de comunicar con antelación a la prensa que ha alcanzado una sentencia, esta podría no hacerse pública hasta el miércoles.
Wikileaks puso en 2010 a Estados Unidos en medio de una gran controversia al filtrar cables del Departamento de Estado, vídeos y registros de las guerras en Irak y Afganistán, la mayoría confidenciales y que incluyeron, entre otras revelaciones, informes controvertidos de líderes latinoamericanos.
La mega filtración reveló además miles de documentos sobre la guerra en Irak que consignaban numerosas denuncias de torturas y abusos que Washington nunca investigó y muertes de civiles de las que no informó.