Bradley Manning fue condenado por divulgar más de 700.000 documentos clasificados sobre la política exterior norteamericana y los horrores de las guerras de Irak y Afganistán.
El soldado Bradley Manning, quien realizó la mayor filtración de documentos militares secretos en la historia de los Estados Unidos, fue condenado hoy a 35 años de cárcel tras ser encontrado culpable de violación de la Ley de Espionaje, robo y fraude informático, entre otros delitos.
La condena, leída por la magistrada Denise Lind, también incluyó la expulsión de Manning del Ejército y sin honores.
Lind anunció su esperada decisión durante la última sesión de la corte marcial que se le realizó a Manning, de 25 años, que había sido iniciada en junio en la base militar de Fort Meade, en el Estado de Maryland.
A la sentencia de 35 años se le deberán descontar 1.294 días, que corresponden a los ya pasados por el informante en prisión desde su detención en mayo de 2010, más los 112 días que también le redujo la magistrada en compensación por las duras condiciones de aislamiento que sufrió durante su detención en la base de Quantico, Virginia, hasta abril de 2011.
Manning estuvo detenido en el centro de reclusión militar Quantico, en Virginia, donde fue sometido a un régimen de aislamiento absoluto. El soldado fue enviado a una celda-jaula de 1 x 2,5 metros, sin ver la luz del sol y obligado a dormir desnudo.
La magistrada tardó sólo dos minutos en leer la sentencia, que según la ley penal militar estadounidense será automáticamente apelada, informó la agencia de noticias DPA.
El juicio fue duramente cuestionado por distintas organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes objetaron la falta de acceso a las audiencias como así también las imputaciones sobre Manning, a quien consideran un defensor de los derechos civiles.
Entre el material filtrado por Manning a través de WikiLeaks se encuentra un video donde se observa a efectivos del ejército norteamericano disparando contra civiles indefensos, varios de ellos niños, en Irak, en un hecho donde fue también fue asesinado de reportero gráfico de la agencia de noticias británicas Reuters y su chofer.
Entre los documentos que filtró Manning también se encuentran los relacionados a la situación de los presos en la base militar de Guantánamo, centro de detención cuestinado por la violación de los derechos humanos.
La Fiscalía, en representación del Gobierno estadounidense, pidió esta semana que Manning pase al menos 60 años en una cárcel militar, mientras la Defensa consideró que su condena no debe exceder los 25 años que serían necesarios para que los documentos que filtró sean desclasificados.
El soldado -quien durante el juicio se inculpó de varios de los cargos que se le imputaban, pidió perdón y una segunda oportunidad-, deberá cumplir un tercio de la condena antes de poder optar a la libertad condicional.
Los defensores del soldado argumentaron durante el proceso que Manning no soportó la impresión de los hechos a los que asistió en Irak y que eso, unido a su idealismo, lo empujó a entregar el material a Wikileaks.
En la vista previa del juicio en febrero, Manning reconoció que su intención fue generar un debate pues con la filtración consideraba que iba a «ayudar a la gente y no a perjudicarla”.
La fiscalía ofreció una versión radicalmente diferente e intentó presentar a Manning como un narcisista y un traidor que en todo momento fue consciente de lo que estaba haciendo y que sabía que con las filtraciones ayudaría a los enemigos de Estados Unidos.
Sin embargo, el fiscal no logró que al soldado se lo considerara culpable del delito de ayuda al enemigo, el más grave de los 22 cargos que pesaban sobre él y que acarrea la cadena perpetua.
La condena de hoy está en el rango bajo de las posibilidades que se barajaban contra Manning, quien compareció en uniforme de gala y lució un aspecto muy serio, pero mantuvo todo el tiempo el gesto contenido.
A fines de julio, la juez ya había declarado culpable a Manning de 20 de los 22 cargos que enfrentaba, entre ellos varios por espionaje, y que implicaban, tras una condensación de cargos, una pena máxima de 90 años de prisión.
El objetivo de la defensa de Manning durante los casi tres meses de juicio y los más de dos años de audiencias previas, fue lograr una pena menor para evitar que el ex analista de inteligencia en Irak pase prácticamente el resto de sus días tras las rejas.
El desarrollo de la corte marcial contra Manning coincidió con el escándalo del joven Edward Snowden, quien también filtró documentos secretos, en este caso sobre las prácticas de espionaje estadounidenses, por lo que debió refugiarse en Rusia, que le concedió asilo político por un año.