El secretario general de la ONU, el Parlamento Europeo, Ruisa, China y Libano fueron algunas de las voces que cuestionaron los preparativos militares. Piden pruebas sobre el uso de armas químicas.
Las autoridades de varios países y organismos internacionales rechazaron hoy una posible intervención militar en Siria por parte de las potencias occidentales, como respuesta al presunto uso de armas químicas en el país árabe.
El canciller de Rusia, Serguei Lavrov, expresó que una intervención militar en Siria sólo logrará desestabilizar más la situación en el país árabe que desde hace dos años atraviesa una guerra civil, donde el Ejército se enfrenta a insurgentes armados que quieren derrocar al presidente Bashar Al Assad.
Lavrov mantuvo una charla telefónica con el negociador de la ONU para Siria, Lajdar Brahimi, en la que acordaron que «todas las partes deben ser responsables y no repetir los errores del pasado», en referencia a la invasión estadounidense en Irak en 2003 por la presunta presencia de armas de destrucción masiva que nunca fueron halladas.
En un comunicado firmado por la Cancillería rusa, destacan que el agravamiento de la tensión en Siria se debe «a las declaraciones y pasos dados por una serie de países» como Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, que ayer se mostraron dispuestos a atacar al país árabe.
En tanto, Brahimi negó que una eventual intervención militar en Siria tenga legitimidad, al enfatizar que para eso necesitan el aval del Consejo de Seguridad de la ONU.
«El derecho internacional es claro con respecto a esto y dice que una acción militar debe ser emprendida después de una decisión del Consejo de Seguridad», afirmó el diplomático argelino.
En la misma línea, el presidente del Líbano, Michel Suleiman, abogó por la búsqueda de una solución política al conflicto en el país vecino, al tiempo que reiteró su llamado a mantener el Líbano al margen de la crisis en vistas de preservar la seguridad de su país.
«Hemos decidido seguir ese asunto manteniendo nuestros deberes y obligaciones humanitarias y jurídicas, pero protegiendo al Líbano de las repercusiones y de las cargas adicionales que pueden incrementar la tensión», expresó Suleiman citado por la agencia de noticias EFE.
Asimismo, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, hizo hoy un llamado a agotar las instancias diplomáticas antes de cualquier intervención militar en Siria, y pidió tiempo para que los expertos de la ONU que ingresaron hoy a investigar el presunto uso de armas químicas, terminen el peritaje.
«Demos una oportunidad a la paz, demos una oportunidad a la diplomacia», rogó Ban desde la sede de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya.
Por su parte, el Parlamento Europeo consideró fundamental que antes de una eventual ataque se presenten pruebas concluyentes sobre el uso de armas químicas.
El presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, Elmar Brok, solicitó a Estados Unidos que publique las pruebas que dice tener sobre el uso de armas químicas por parte de las fuerzas de Al Assad.
En la misma línea, un grupo de socialistas y demócratas dentro de ese Parlamento pidió «pruebas exhaustivas» antes de avanzar con cualquier intervención.
Por otro lado, el gobierno chino, si bien mantuvo silencio sobre la campaña militar que prepara Estados Unidos, a través de un diario oficialista hizo referencia a una repetición de la guerra de Irak hace diez años.
«La esencia de la guerra de Irak fue esquivar a las Naciones Unidas y cambiar el Gobierno de una nación soberana con ayuda de la fuerza», afirma la editorial de hoy del Diario del Pueblo.
Asimismo recuerda que aquel conflicto «contravino los principios básicos de moralidad y justicia» y puede repetirse de forma inminente en Siria.
Agrega que la comunidad internacional debe «evitar que en Siria se repita lo sucedido hace una década en Irak, cuando Estados Unidos usó el pretexto de las armas de destrucción masiva para derrocar el gobierno de Saddam Hussein”.
Las amenazas contra Damasco comenzaron luego de que la semana pasada la oposición siria denunciara que el ejército usó armas químicas en un ataque que dejó más de mil muertos, según un sector de la oposición, y 400 según otra rama.
El gobierno negó «categóricamente» haber usado armas químicas y señaló que fueron sus soldados quienes hallaron tóxicos en un refugio de los insurgentes y hoy presentó pruebas de ello ante la ONU.