El Parlamento británico dio el martes luz verde definitiva a la legalización del matrimonio homosexual en el Reino Unido y Gales, tras pasar su penúltimo trámite en la Cámara de los Lores.
La ley permite el casamiento de parejas del mismo sexo en Inglaterra y Gales, no en Escocia ni en Irlanda del Norte, y debe ser aprobada oficialmente por la reina Isabel II a finales de la semana en curso. Las primeras bodas homosexuales están previstas para mediados de 2014.

Esta ley fue aprobada por amplia mayoría, no obstante, cerca de 140 diputados conservadores votaron en contra del proyecto de su líder, el primer ministro británico, David Cameron, quien consideró la decisión como un paso adelante, que hará más fuerte a la sociedad británica y fomentará la igualdad entre los ciudadanos.

El texto que ya había sido aprobado el pasado 4 de junio en la Cámara Alta, vuelve este miércoles a la Cámara Baja británica, que deberá ratificar los cambios establecidos en la Cámara de los Lores.

Desde 2005, las parejas del mismo sexo pueden celebrar uniones civiles en ayuntamientos británicos, lo que les concede derechos y responsabilidades similares a los que otorga el matrimonio civil.

No es la primera vez que un país europeo legaliza el matrimonio homosexual; el pasado mes de abril, Francia aprobó una ley que autoriza este tipo de matrimonios, una de las promesas electorales del presidente francés, François Hollande.

Esta polémica ley recibió muchas críticas por parte de la población, y activistas franceses salieron a las calles, en diversas ocasiones, para mostrar su descontento ante la legislación, que también permite que estas parejas adopten niños.

España, Bélgica, Dinamarca, Portugal, Suecia y Noruega son otros países que han legalizado el matrimonio homosexual en Europa.