El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha advertido que la brecha económica entre las clases sociales se ha profundizado.
Durante una entrevista concedida al diario estadounidense ‘The New York Times’, el mandatario estadounidense ha sostenido que en caso de no tomar medidas contundentes, la clase media se disminuirá y resultará más difícil superar los problemas económicos y de inmigración.

En alusión a la violencia racista, la que ha calificado Obama como un gran desafío de la sociedad estadounidense, ha advertido de que al no mejorar la situación económica, se incrementarán las tensiones racistas.

Un sondeo llevada a cabo en junio por la empresa Gallup demuestra que el desempleo y las deudas públicas de Washington forman gran parte de las preocupaciones de esta nación.

La deuda pública de EE.UU. superó los 16 billones de dólares, mientras que la tasa de desempleo se ha situado en más del 20 por ciento.

En 2012, un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), con sede en la capital francesa de París revela que EE.UU. es uno de los países desarrollados con mayor desigualdad en el mundo para luego escribir.

El 1 % de la población estadounidense es millonaria. Esa minoría no sólo determina las políticas económicas del país, sino que forma parte de quienes elaboran e implementan esas políticas impopulares y agresivas al erario de la mayoría de los norteamericanos.