La cámara está dispuesta, en un teatro Caupolicán colmado de fanáticos del trovador nortino, la lente registra emociones de una velada donde Manuel García interpreta en solitario sus primeras composiciones.
Textos: Juan Carlos Cartagena
Fotografías; Marcela Contardo Berríos
El concierto se fragmentó en oleadas musicales acústicas, rockeras y folklóricas, amenizadas con la guitarra magistral de Angelito Parra, integrante de la banda Los Tres.
El canta autor chileno interpretó, junto a su padre Manuel, la composición “La danza de las libélulas”. El progenitor del músico nacional también interpreto un segundo tema, esta vez sin su hijo.
Transcurrido el primer bloque de la velada, García deleito a sus seguidores con avances de sus nuevos trabajos del disco Acuario, finalizando con el broche de oro con temas de “Guitarras Diamante”.
El público seguidor de sus andanzas concuerda con los críticos musicales sobre la proyección internacional del Manuel García: “se encuentra alojado en el mejor momento de su carrera y con proyecciones insospechadas de crecimiento musical”.