Por Godi Gutierrez
¿Qué significan todas las manifestaciones, protestas, y sucesos que están ocurriendo en todo el mundo en los últimos 2 años?
La gente que observa pasivamente al margen, o en sus televisores en casa preguntan: ¿qué es lo que quieren todos esos manifestantes? ¿Sobre qué protestan? ¿Realmente saben qué es lo que quieren? Aquí en Brasil, las manifestaciones empezaron cuando los pasajes del bus y el metro subieron 10 centavos, pero incluso después de que los gobiernos locales los bajaron a sus niveles originales, las protestas no amainaron.
Durante las manifestaciones en algunos países en el Medio Oriente, de la “Primavera árabe”, la gente exigía un cambio de régimen. En otras manifestaciones la gente pide mejoras en la educación. En Europa y Chile piden educación, servicios de salud sin costo, etc. En algunas manifestaciones las exigencias de los partícipes son tan diversas como los derechos de los gay, temas ambientales, derechos animales, transparencia en el gobierno, una prensa verdaderamente libre, servicios de salud universales, verdadera democracia, justicia social, etc. Algunos se quejan de los GMO, de funcionarios públicos corruptos, de la brutalidad policíaca, el sistema bancario en quiebre, los regímenes autoritarios, etc.
En algunos países las masas pueden conseguir lo que querían. Pudieron deshacerse de tiranos, dictadores, juntas militares; pudieron lograr el cambio de régimen. Pero ¿por qué siguen protestando? ¿Por qué siguen en las calles, en las plazas y los parques?
¿Qué está sucediendo de verdad?
Lo que sucede es que la gente empieza a sentir un malestar generalizado. De alguna manera se sienten agitados internamente. Solo saben que algo anda mal, que de alguna manera hay algo que no está funcionando.
Los dos instintos primordiales son: el instinto de la autoconservación, y el instinto de la conservación de la especie.
Hemos de comprender que, si nosotros como individuos tenemos una consciencia individual, también debemos entender que la especie como un todo es también una entidad; que la especie como entidad, tiene su propia consciencia. Estén conscientes de que, en este mismo momento, es esa consciencia que opera ahora en esos movimientos. Y es la especia humana como un todo, es esa consciencia humana la que percibe la amenaza que la enfrenta. Y sabe que a sus espaldas yace el gran abismo. Sabe que el sistema ya se encuentra en una situación límite y que está a punto de llevarse todo consigo. Esa consciencia colectiva ha despertado y quiere superar aquel abismo.
Ya no se trata de qué es lo que quiere la gente. Ya no se trata de lo que tú y yo queramos. No se trata de lo que queramos como individuos. Ahora, se trata de lo que la especie como totalidad necesita. Y necesita una respuesta totalizadora a las crisis globales que enfrenta: necesita el cambio total. Necesita transformación. Sabe que para sobrevivir, debe dar un salto gigantesco, hacer la revolución total, la transformación total: del individuo, del sistema, de la especie.