El vocero del gobierno alemán dijo que espera explicaciones, mientras que Estados Unidos aseguró que responderá por la vía diplomática y no pública. Ecuador pidió convocar a la Unasur.
Alemania profundizó hoy la crisis diplomática con Estados Unidos al calificar de “inaceptable” su política de espionaje con los aliados en medio de un escándalo en que el exagente de la CIA Edward Snowden aparece como el mayor beneficiado.
«Las informaciones no son automáticamente hechos. Deben ser comprobadas y explicadas”, declaró Steffen Seibert, portavoz de la canciller alemana, refiriéndose a las filtraciones según las cuales Washington habría estado espiando a sus aliados, como Alemania, y a la Unión Europea (UE).
“Pero si se demuestra que los representantes diplomáticos de la UE y determinados países fueron espiados, entonces debemos decir claramente que el espionaje entre amigos es inaceptable. Ya no estamos en la Guerra Fría», subrayó.
Seibert indicó que Berlín espera una explicación y una fuerte reacción de la UE por la actividad que habría desplegado la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y la CIA de Estados Unidos.
«Europa y Estados Unidos son amigos, socios y debe haber confianza. Esa es la base de nuestro trabajo conjunto», afirmó el vocero del gobierno alemán en declaraciones divulgadas por la agencia DPA.
«Todos deseamos ser protegidos del terrorismo, pero también deseamos que se proteja nuestra intimidad. Seguridad y protección de nuestra privacidad son la base de nuestra sociedad libre, como recordó la canciller alemana durante la conferencia de prensa durante la reciente visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a Berlín», agregó.
En Washington, el jefe de los servicios secretos estadounidenses, James Clapper, prometió hoy que esclarecer el creciente escándalo de espionaje.
«El gobierno estadounidense responderá a la Unión Europea como corresponde a través de nuestros canales diplomáticos», señaló un comunicado de Clapper.
«Hablaremos estos temas también de forma bilateral con los miembros de la UE», añadió el texto. «No comentamos públicamente determinadas actividades realizadas presuntamente por servicios secretos, pero dejamos en claro que Estados Unidos reúne información de servicios secretos extranjeros tal como lo hacen también otras naciones».
Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, trató de bajar el tono del conflicto al calificar como «nada fuera de lo común» la recopilación de informaciones en otros países.
«Todo país que se ocupa internacionalmente de cuestiones de la seguridad nacional realiza una serie de actividades para proteger su seguridad nacional, entre ellas la recopilación de todas las informaciones posibles», dijo Kerry.
No obstante, el ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania convocó para hoy al embajador estadounidense en Berlín e informó que Merkel se entrevistará en breve con Barack Obama.
El semanario alemán Der Spiegel publicó este fin de semana documentos filtrados por Snowden que indican que Washington considera a Berlín como un socio «de tercera clase», lo que significa que el énfasis en la vigilancia no sólo es superior al de cualquier otro país de la UE, sino equiparable a China, Irak y Arabia Saudita.
Tanto Francia como Italia se mostraron indignados por el espionaje estadounidense, mientras analistas señalaban que el conflicto podría poner en peligro la negociación del tratado de libre comercio entre Estados Unidos y Alemania.
Se trata tal vez del caso de espionaje «más grande de la historia de la humanidad» y donde la primera víctima «es precisamente el pueblo norteamericano y otros Estados soberanos. Eso es lo grave, cómo se ha atentado contra los derechos de la intimidad, libertades civiles y derechos humanos», añadió.
«¿Se habrá enterado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH, de la OEA) del programa masivo de espionaje a nivel mundial? ¿Ya expresaron su `preocupación´ y pidieron explicaciones?», preguntó.
«Es momento de que UNASUR analice detenidamente las denuncias de Snowden sobre el programa PRISM y pidamos explicaciones a Estados Unidos», concluyó.
Por su parte, el líder de los Verdes alemanes, Juergen Trittin, pidió a los «demócratas» de Europa que protejan al ex agente de inteligencia por “los servicios prestados”.
«Resulta doloroso para los demócratas que alguien que ha servido a la democracia y que, en nuestra opinión, ha dado a conocer una masiva violación de derechos básicos, se vea obligado a buscar refugio entre los déspotas que tienen sus propios problemas en materia de derechos básicos», declaró el dirigente opositor.