Por Natalia Antezana Bosques / @Natalia3_0
El jueves 6 de junio, el Congreso de Estados Unidos rechazó, por 224 votos en contra y 201 a favor, la normativa para frenar las deportaciones de aquellas personas que ingresaron al país del norte cuando eran niños.
El proyecto presentado por Barack Obama pospone la deportación de los “dreamers”, personas que ingresaron a Estados Unidos antes de cumplir los 16 años y que a la fecha tienen menos de 31, son estudiantes universitarios o graduados de la escuela secundaria, servirán a las fuerzas armadas y no tienen antecedentes penales.
Cabe señalar que la iniciativa no evita que los jóvenes sean deportados, pero sí los protege para que esto no suceda en un lapso de dos años.
La mayoría de votos para evitar dicha normativa provino del ala republicana del Congreso. Steve King fue quien propuso la enmienda para que no se “relajaran las leyes de deportación”, ya que los agentes migratorios debían “abstenerse” a la expulsión de los “dreamers” del país.
“Sin importar lo que la gente piense sobre la política de inmigración inminente aquí en Estados Unidos, no podemos permitir que la rama del poder ejecutivo usurpe la autoridad legislativa del Congreso. […] Si permitimos que eso ocurra en la inmigración, podría ocurrir en cualquier cosa””, argumentó King.
“Los ‘dreamers’ son miembros productivos de nuestra sociedad, fueron traídos a este país siendo niños, se criaron en nuestras comunidades y son estadounidenses en todos los sentidos a pesar de carecer de documentos”, señaló la Casa Blanca a través de un comunicado, que calificó dicha medida como “contraria a los valores y principios” de los Estados Unidos.
Por otra parte, Harry Reid, representante de la mayoría demócrata en el senado estadounidense, adelantó que la propuesta del gobierno será rechazada en la cámara alta.
Cabe señalar que la no aprobación de la normativa, se da en el marco de la discusión sobre un proyecto de la reforma migratoria.
A la fecha existen 11 millones de indocumentados en Estados Unidos.