por Valentina Pérez Botero / @vpbotero3_0
China puso un ancla a su crecimiento: el peso de la contaminación. De acuerdo con la última evaluación realizada por el Ministerio del Medio Ambiente de ese país, sólo 27 de 113 ciudades cumplen los estándares mínimos de limpieza en el aire -sin contar que las normas chinas son más flexibles que las establecidas por la Organización Mundial de la salud (OMS).
El país asiático aún depende del carbón, uno de los combustibles fósiles más contaminantes, para producir el 60 por ciento de su energía. La preocupación es casi generalizada: ahora el campo está expuesto a la explotación minera y al incremento de la producción agrícola.
Aunque China ha ido, paulatinamente, endureciendo sus estándares de contaminación, los plazos para que las ciudades que lo superen entren a la norma variará de un plazo inicial de 2015 hasta 2020.El deterioro medioambiental también afecta las fuentes de agua: 92 por ciento del agua subterránea está contaminada.