José AntonioKast había dicho que no creía que la violencia en el caso de la muerte de José Manuel Parada, Santiago Nattino y Manuel Guerrero “haya sido organizado por ninguna institución del Estado”; y lo relacionó con el atentado a Augusto Pinochet, siendo que éste ocurrió un año después del caso degollados.
Ante los dichos del candidato a senador por la zona Sur oriente de Santiago, publicados esta semana en The Clinic, la agrupación chilena rechaza sus declaraciones que ofenden a los familiares y a las victimas de violaciones a los derechos humanos: “además de inaceptable el nivel de distorsión histórica, atribuibles solo a un desquiciado afán por defender lo indefendible, el genocidio llevado a cabo en el país durante 17 años.”, precisó la vocera de la organización.
Las afirmaciones del dirigente UDI sumadas a las de otros personeros del oficialismo, provocaron inmediatas reacciones de familiares y organizaciones de derechos humanos: “Cuando la derecha chilena se saca el antifaz, hay que ponerse a temblar. Así lo demuestran los últimos hechos en que en forma pública y desembozadamente han expresado lo que es su real pensamiento, su desprecio por las minorías, la falta de respeto por la democracia y la ninguna sensibilidad social. Por una parte, uno de sus candidatos presidenciales no tiene empacho en reconocer xenofobia, otra, ministra ella no duda en acusar a las políticas de reparación como creadas para “hacer negocio”, olvidando por completo los orígenes de las mismas, ni que hablar de lo que exponen cuando de temas valóricos se trata”.
La gota que rebalsó la paciencia de las víctimas, relata Gabriela Zúñiga encargada de comunicaciones de la AFDD, son los planteamientos del político derechista: “El extremo se ha dado esta semana en que el candidato a senador por Santiago Oriente el UDI, José Antonio Kast, en entrevista a un semanario hace gala de un increíble nivel de mal intencionada distorsión histórica. Desconoce por completo los dictámenes de la Justicia que concluyó que en el llamado Caso Degollados, no solo actuaron institucionalmente Carabineros de Chile, sino que ese actuar significó la salida de la Junta de Gobierno, del General Cesar Mendoza. Sosteniendo que tres profesionales comunistas cruelmente asesinados, correspondería a una acción de “compañeros de armas” que tomaron venganza por el atentado a Pinochet.”
“Sostener lo anterior, agrega Zúñiga, solo se entiende por sus ansias de justificar y negar el genocidio implementado por la dictadura, olvidando que, Parada, Guerrero y Nattino fueron asesinados un año ANTES (marzo 1985) que el atentado a Pinochet (septiembre 1986). Afirmar como él lo hace que “algunos dirigentes, incluso por protección, los detuvieron”, es una ofensa gravísima para con las víctimas y sus familiares, un candidato a lo que sea, no puede manifestarse así, porque no solo demuestra desconocimiento de la realidad nacional, sino también un desequilibrio en el juicio que lo inhabilita para ejercer cargos públicos.”
Los desmentidos y precisiones de La Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, finalizan solidarizando con el dolor causado a las familias de Parada, Guerrero y Nattino y con todas y todos los chilenos que sufrieron en carne propia el genocidio instalado en Chile en los 17 años de dictadura y que hoy el candidato José Antonio Kast asume con total liviandad.