La información preliminar no ha ofrecido ningún dato sobre posibles víctimas.
El pasado 30 de enero, varios aviones de guerra israelíes bombardearon el centro de investigación científica en Jamraya.
El ataque, que mató a dos personas, elevó el nivel de la resistencia y la autodefensa en esta zona.
Siria, desde hace más de dos años, es objeto de injerencia de algunos países occidentales y regionales, que brindan abiertamente su apoyo financiero, armamentístico y logístico a los grupos armados, cuyo propósito es derrocar al Gobierno del presidente Bashar al-Asad.