El comienzo de la veda para la actividad proselitista no impidió que los dos grandes sectores que pugnan por la Presidencia se manifestaran de diversas formas, ni que los ciudadanos conversaran en todo momento y lugar sobre las cruciales elecciones del domingo.
Por el lado del oficialismo, el presidente interino y candidato, Nicolás Maduro, visitó en la tarde el Cuartel de la Montaña, donde descansan los restos del fallecido mandatario Hugo Chávez.
Acompañado por la última esposa y la hija menor del líder muerto, Marisabel Rodríguez y Rosinés Chávez, y por el ex futbolista argentino Diego Maradona, Maduro se refirió al golpe de estado que el 11 de abril de 2002 sacó a Chávez del gobierno por dos días.
“Fue la crónica de un golpe anunciado”, afirmó a la televisora estatal VTV, y detalló que tres meses antes, él y otros diputados habían denunciado la conspiración.
Asimismo, el vicepresidente ejecutivo, Jorge Arreaza, aseguró en conferencia de prensa que el gobierno logró “neutralizar” supuestos planes de “desestabilización” que las propias autoridades venían denunciando en las últimas semanas.
“Afortunadamente hemos estado plenamente activados y hemos logrado neutralizar algunos casos de desestabilización que trataron de generarse en las últimas horas”, dijo Arreaza.
Desde el 17 de marzo, el gobierno denunció primero una conspiración para asesinar al principal candidato opositor, Henrique Capriles Radonski, y culpar a las autoridades, con el objeto de desestabilizar al país.
De esos planes, según las sucesivas acusaciones, habrían formado parte los ex diplomáticos estadounidenses Roger Noriega y Otto Reich, y “mercenarios centroamericanos”.
Tres semanas después, los mismos ex funcionarios norteamericanos, esta vez aliados a “sicarios salvadoreños”, supuestamente querían matar a Maduro, según sostuvo el propio presidente interino.
Este viernes, Arreaza reportó que la policía venezolana detuvo a dos presuntos ciudadanos colombianos aparentemente vinculados con esos planes desestabilizadores.
El secretario ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) que postula a Capriles y coordinador político estratégico de su comando de campaña, Ramón Aveledo, calificó las denuncias del gobierno sobre presuntas conspiraciones como “potes de humo”, pues “no se han presentado pruebas”.
“Este tipo de acciones busca sembrar miedo, intimidar y alejar a los venezolanos de las mesas de votación”, dijo Aveledo en rueda de prensa, pero advirtió que “el pueblo venezolano es sagaz y sabe lo que tiene que hacer”.
En tanto Capriles protestó por la emisión a través de VTV de un documental sobre el golpe de estado de 2002, titulado “Asedio a una embajada”, en el que se acusa al candidato opositor, entonces alcalde del municipio caraqueño Baruta, de haber asaltado la embajada de Cuba durante el efímero derrocamiento de Chávez.
“VTV violando descaradamente la normativa electoral! Sra Lucena ud. hará cumplir la Ley? La campaña finalizó ayer!”, escribió Capriles en su cuenta de Twitter, dirigiéndose a la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena.
“En Twitter no se ponen denuncias, se pueden poner acá en el CNE; los hechos de abril de 2002 son hechos históricos y el Consejo no puede decir que borren esa parte de la historia”, respondió Lucena, entrevistada por el canal privado Globovisión.
Por lo demás, el CNE inició esta tarde la instalación de las más de 39.000 mesas en las que podrán votar los 18,8 millones de ciudadanos empadronados, y, paralelamente, los comandos de campaña de los dos principales candidatos tenían prácticamente completado el alistamiento de sus fiscales.
El sistema electoral venezolano recibió un contundente respaldo de los máximos responsables de la misión de observación de la Unasur, el argentino Carlos “Chacho” Álvarez y el uruguayo Wilfredo Penco, quienes destacaron, con las mismas palabras, su “solidez, eficacia y confiabilidad”.
“Hay garantía de la inviolabilidad y el secreto del voto, y de que no hay distorsión entre lo que el votante decide en las urnas y el resultado de los comicios”, aseguró Álvarez.
En otro orden, rigen de esta tarde y hasta las 18 del lunes unas cuantas prohibiciones relacionadas con el acto electoral del domingo, entre ellas las de portar armas, distribuir y comercializar bebidas alcohólicas, y realizar concentración de personas o “cualquier otro acto similar”.