El sueco Esko Kentrschynskyj, director para América Latina de la Oficina para Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO, por sus siglas en inglés), presentó en rueda de prensa, el viernes, el programa cuya realización estará a cargo de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
«El Nobel de la Paz es un símbolo de reconciliación en todo el mundo. Por ello, la Unión Europea consideró que el premio recibido debía destinarse a los más vulnerables, a aquellos que sufren por las guerras: los niños que sufren las devastadoras consecuencias de los conflictos», aclaró el funcionario europeo.
El programa facilitará becas, uniformes, y material educativo y lúdico a los niños. Además, se encargará de las reparaciones necesarias de las instalaciones de algunas escuelas.
El proyecto ha sido creado con los fondos del Premio Nobel, equivalente a un millón de euros, al que la UE ha sumado otro millón.
Los siete países que se beneficiarán del programa son: Irak, Siria, Paquistán, República Democrática del Congo, Etiopía, Colombia y Ecuador.