El nuevo ajuste provocara reducción de salarios, un aumento en la edad jubilatoria y la merma en las políticas sociales. Denuncian el desmantelamiento del Estado de Bienestar.
Portugal anunció hoy recortes en «todos» los servicios públicos por 800 millones de euros y ahorros por 500 millones para cumplir con las exigencias de la troika formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE).
Los recortes, que equivalen a un 0,5% del Producto Bruto Interno (PBI), permitirán al país recibir un nuevo tramo de su rescate financiero, de un total de 78.000 millones de euros, y tener más tiempo para devolver los préstamos de la UE y el FMI.
El gobierno explicó en términos generales las primeras medidas acordadas con la troika, cuyos representantes se encuentran en Lisboa. Pero el monto de los recortes y ahorros por áreas deberá concretarse tras una reunión con la oposición -que rechaza más austeridad-, empresarios y sindicatos.
«Va a haber presiones sobre los servicios públicos porque todos van a tener menos recursos de lo que estaba previsto en los presupuestos de 2013», reconoció el ministro de la Presidencia, Luis Marques Guedes.
Los ajustes afectarán «a los gastos de personal, de bienes y servicios y de gastos corrientes» en todos los ministerios sin excepción, agregó en declaraciones divulgadas por la agencia EFE.
Además, estas medidas «no evitarán presentar una reforma estructural del Estado» para ahorrar 4.000 millones de euros anuales de forma permanente ya comprometidos con la troika.
Además de los 800 millones en recortes directos del gasto, el Ejecutivo espera compensar 1.300 millones, suma que el Tribunal Constitucional le impidió recortar, con ahorros derivados de la «reprogramación» de fondos europeos y proyectos de inversión de sociedades de capital público y privado.
«La necesidad de cumplir con la sentencia del Tribunal Constitucional» -que anula la supresión de una paga extra a los funcionarios y cortes a los subsidios de enfermedad y desempleo- justifica esta «reducción de recursos transversal en todas las áreas», según el ministro.
Por la «complejidad» de los ajustes necesarios para garantizar el cumplimiento de los objetivos acordados con la troika para reducir el déficit (5,5% en 2013), el gobierno luso explicó que debe anticipar a este año algunas de las medidas que formarán parte de la reforma estructural del Estado aún en discusión.
Esta reforma, pedida por el FMI, CE y BCE, debe ser completada para el 2015, pero ha sido rechazada de plano por la oposición con el argumento de que supondría el fin del Estado del bienestar.
Aunque el primer ministro, el conservador Pedro Passos Coelho, tiene mayoría absoluta en el Parlamento, el Partido Socialista (PS), la segunda fuerza política del país, se ha negado a respaldar la reforma de la Constitución que podrían exigir esas medidas.
El ministro de la Presidencia también incluyó en los recortes por 800 millones medidas como una reducción salarial no detallada para el conjunto del sector público, con cerca de 600.000 funcionarios, posición que no cuenta con el respaldo de los sindicatos.
Además contempla ampliar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años y modificar los regímenes de cotización a la Seguridad Social, aunque estas medidas serán aún «objeto de diálogo» con empresarios y sindicatos.
Los ajustes presupuestales anunciados hoy se producen tras el fallido intento de ayer de consensuar el programa del rescate financiero de Portugal entre conservadores y socialistas.
Passos Coelho y la delegación de la troika que vino urgentemente a Portugal para examinar sus nuevas medidas presupuestarias tras el fallo del Constitucional, no convencieron al PS sobre la política de austeridad aplicada en el país.
El principal partido de la oposición insistió en renegociar los compromisos del rescate, discusión en la que deberían participar los sindicatos y representantes de los empresarios.